El paseo de San Francisco de Badajoz huele a garrapiñadas, a patatas fritas, churros, marroquinería, chuches, dulces y a sándalo. Entre los 48 puestos que componen el mercado navideño instalado hasta el día de Reyes se exponen y venden turrones, frutos secos, dulces marroquíes, cerámica portuguesa, bolas para el árbol personalizadas, tarjetas, tazas con frases de recuerdo, joyas artesanales y originales, gorros, bolsos y carteras, jabones, chocolate artesano, artículos de broma, marionetas, juguetes de madera, ‘funco pop’, camisetas y ropa de bebé pintados, maceteros decorados, adornos para el hogar con material reciclado, figuritas para el belén y hasta vino y cerveza artesana. San Francisco vende Navidad en horario de mañana y tarde hasta el 5 de enero.

Directamente desde Castuera, nunca falta a su cita con Badajoz desde hace once años Antolín León con su puesto de turrón donde -reconoce- lo que más vende son almendras garrapiñadas, que prepara a la vista, «se van haciendo según se van vendiendo». «Hemos empezado muy bien, la gente tiene muchas ganas de Navidad», reconoce. Ofrece turrones artesanales de Castuera: duro, al peso, la rosca, la torta, el de yema, de fruta, de nata con nueces, de almendra molida y también un surtido sin azúcar. «Nosotros estamos muy contentos con Badajoz».

El puesto de loza portuguesa repite en el mercado navideño de Badajoz. S. GARCÍA

También ha vuelto María de los Ángeles Fernández con loza portuguesa pintada a mano de la zona de Aveiro «y mi simpatía para todo el que se acerque». «Llevo tres años viniendo y tengo clientes que cuando saben que estoy, se acercan». Aunque el tiempo no acompañe «son 40 días, más vale un poquito todos los días que mucho solo uno». En La Tienda de los Novios Arancha Cabrera expone bolas de Navidad de Lego a 4 euros «que se venden muy bien», bolitas personalizadas con nombres (2,50 euros), llaveros y tazas.

Al frente de la caseta de la Asociación de Personas con Autismo (Apnaba) está Ángela Galán, que es madre de un chico con autismo. Hay adornos y artículos que elaboran los niños de la asociación en el centro de día, que además de en San Francisco, se pueden encargar todo el año como regalos para celebraciones. Son los padres de los usuarios los que estos días se ponen detrás del mostrador. «Hoy he vendido bastante, la gente cuando sabe que es de Apnaba se acerca». También tienen puestos la asociación Mi Princesa Rett y las Adoratrices, del convento de la plaza de San José.

Puesto de Apnaba en el paseo de San Francisco. S. GARCÍA

Como novedad, se ha instalado un puesto de cervezas artesanales y de importación y vinos, que lleva Patricia Camacho, que acaba de abrir su tienda en Valdepasillas, con más de 200 referencias. En San Francisco expone una treintena. «Como primera toma de contacto estoy contenta», cuenta. «Viene mucha gente para regalar, porque conocen a alguien a quien le gusta la cerveza y yo les explico, es la novedad, el etiquetado y el envase llaman la atención». Como curiosidad, ofrece hidromiel y cerveza sin gluten.

La caseta de cerveza y vino es una novedad de esta edición. S. GARCÍA

No podía faltar la churrería Paco, de La Albuera, que abre desde las nueve de la mañana hasta las once de la noche («paramos tres horitas para comer»). «En San Francisco mientras esté el tiempo bueno hay gente», describe Paco Forero, que no quiere desvelar cuántos churros puede llegar a vender un día bueno. Churros y también chocolate. «A mí me va bien, el 60% de la gente que viene es todos los días la misma». Por las mañanas, desde las doce hasta las dos, «si el tiempo está soleado», tienen patatas fritas artesanas «porque con la humedad se ponen blandinas». Paco lleva tantos años en San Francisco como el mercado, corazón de la Navidad en Badajoz