Un niño de diez años y una persona de avanzada edad charlaban de sus cosas justo antes de comenzar la primera partida del torneo que se celebró ayer dentro de la I Semana de Ajedrez de la Diputación de Badajoz. Un contraste de edades que, por ser habitual en este deporte, no deja de llamar la atención. De los 120 participantes que hubo, destaca también la cantidad de aficionados infantiles que lo practican en la región. La cantera del ajedrez en Extremadura está asegurada.

Con esta prueba se cerraron cuatro días de actividades en el Hospital Centro Vivo y que congregaron a multitud de personas. Precisamente ayer llegaron de Sevilla, de Cáceres, de Zafra o Villafranca de los Barros, entre otros lugares. Divididos en tres filas con siete mesas y tres tableros en cada una, durante toda la mañana los jugadores buscaron ganar la siete partidas (con una duración de diez minutos más tres segundos de incremento) que iban a disputar para hacerse con los diferentes premios.

Para el vicepresidente de la Federación Extremeña de Ajedrez y uno de los organizadores, Daniel Gragera, «contento» era la palabra que más utilizaba para expresar lo que suponía esta iniciativa, que también tildó de «rotundo éxito». Sobre el torneo, había 120 jugadores pero habían tenido 150 inscripciones. Así, destacó la presencia de tantos niños que refleja el buen trabajo que se hace desde la federación para impulsar el deporte desde la base. «Seguro que se lo van a poner muy difícil a los mayores porque juegan muy bien», añadió. Sobre los premios dijo que había dotación económica para los primeros pero también unas becas especiales para los más pequeños, trofeos y libros.

Una de las mesas donde había enfrentamientos. LA CRÓNICA

La semana comenzó el jueves por la mañana con talleres escolares en los que participaron alumnos de los colegios Puente Real y Nuestra Señora de Bótoa. Por la tarde estuvo Juan Antonio Montero, psicólogo experto en ajedrez terapéutico a nivel mundial, con una conferencia. El viernes por la mañana también fueron los escolares y por la tarde fue el turno del árbitro internacional Luis Blasco de la Cruz, que ha estado en varias olimpiadas, que enseñó la importancia del ajedrez educativo y que se pudo complementar el sábado por la mañana con una clase maestra.

Uno de los platos fuertes, además del torneo, fue el sábado por la tarde con las partidas simultáneas que realizó el Gran Maestro José Carlos Ibarra, uno de los mejores de España, contra 20 rivales. Uno consiguió hacerle tablas. Posteriormente sacaron los tableros a la calle.

Con tan solo 11 años, Lucas Blanco fue uno de los participantes del torneo. Pertenece al club Castra Caecilia de Cáceres y acudió con muchos compañeros. Casi todos los días tiene clases presenciales o virtuales de este deporte, que es su favorito y al que se quiere dedicar. Además, casi todos los fines de semana acude a torneos en diferentes localidades. «Espero hacer las siete de siete», comentó antes de comenzar la prueba.

Por su parte, Juan Miguel González, de 60 años, es muy aficionado y lleva muchos años jugando. Le sirve para ejercitar la mente. A su juicio, la iniciativa es «estupenda» y le parece muy bien que tantos niños dediquen su tiempo al aedrez.

Javier Hernández es uno de los padres a los que le toca viajar para que su hijo juegue. «Es muy sacrificado para ellos porque tienen que estudiar mucho y para los padres que los tenemos que llevar porque en los torneos es donde realmente disfruta», aseguró.