Más de la mitad del patio de recreo está inutilizado, hay polvo por todas partes, los escolares conviven desde el inicio del curso con vallas, ripios y montones de arena y los albañiles «llevan sin aparecer hace más de una semana» . Es la queja de la asociación de padres y madres de alumnos del colegio Arias Montano de Badajoz, que este martes alertó de las incomodidades y riesgos que están ocasionando las obras de mejora de los sistemas de evacuación contra incendios, de la accesibilidad y renovación de la solería en este centro pacense, que se iniciaron el pasado mes de julio, pero que no avanza.

«Durante el verano no se ha hecho nada y el colegio está empantanado», aseguró el presidente del ampa, Raúl Prudencio, quien exigió una solución a la Consejería de Educación, promotora de las obras, a la que los padres remitieron un escrito a mediados del pasado mes de octubre, sin que, según lamentan, hasta la fecha haya tenido respuesta.

«Los niños no tienen sitio para jugar, vuelven sucios a casa y, cuando llueve, se mojan al atravesar el patio para ir hasta el comedor», explicó Prudencio. A estos inconvenientes se suman otros, como el que los alumnos de primero de Infantil tengan que desplazarse hasta otro ala para ir al baño, pues el que había junto a sus aulas se ha adaptado para personas con discapacidad. «Es un descontrol», se quejó el presidente del ampa, que advirtió de que si la situación no mejora, convocarán concentraciones de protesta para que se les escuche. 

Educación adjudicó las obras del Arias Montano a la empresa Ursa Infraestructuras por 385.252 euros y el plazo de ejecución es de 8 meses, que los padres están convencidos de que no se cumplirá por el ritmo al que hasta ahora han avanzado los trabajos. «Han hecho cuatro cosas en casi cuatro meses», criticaron.

La consejería, por su parte, reconoció que las obras están «prácticamente paralizadas» y explicó que la empresa adjudicataria ha alegado problemas por el encarecimiento de los precios de los materiales de construcción -una circunstancia que está afectando a muchos proyectos públicos-. 

En este sentido, Educación aseguró que es «plenamente consciente de la necesidad de finalizar esta actuación", por lo que ya ha mantenido «infinidad» de reuniones con la adjudicataria para informar a sus responsables de las novedades normativas que en el ámbito autonómico y estatal se han planteado para hacer frente al alza de los costes. En el último encuentro, la empresa ha trasladado «su disposición» a continuar con los trabajos, por lo que la consejería está a la espera de que «esta buena predisposición sea una realidad» para no verse obligada a resolver el contrato. 

El ampa teme que si finalmente se tiene que optar por esto último, el colegio tarde mucho más aún en recobrar la normalidad, con el perjuicio que esto supondrá para los cerca de 500 alumnos y profesores.