La Fundación para el Museo Extremeño de la Ciencia y la Tecnología ha superado los trámites burocráticos que tenían en ralentí el proyecto y, desde el pasado viernes, cuando se formalizó su registro, es una realidad en Badajoz. A falta de una sede física y de una estructura orgánica, el museo ya existe y sus promotores pueden empezar a llamar a las puertas para poner en marcha contenidos. La fundación se ha constituido, escriturado, cuenta con sus estatutos y está inscrita en el registro de fundaciones de la Consejería de Hacienda.

Más de 20 años han transcurrido desde que se anunció el interés de desarrollar un espacio para la ciencia y tecnología en esta ciudad y hasta ahora no ha podido ver la luz con la pretensión de ser un referente en Extremadura y el Alentejo. Si ha salido adelante ha sido por el especial empeño e interés de Lorenzo Blanco, Alfredo Álvarez y Antonio García Salas, tres socios de la Económica a quienes los inconvenientes no han desanimado en todo este tiempo.

Este viernes se ha presentado en la sede de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, en presencia de todas las entidades que integran la fundación como patronos: Emilio Cruz como presidente de la Económica: el consejero de Economía, Rafael España, por la Junta de Extremadura; el alcalde, Ignacio Gragera, por el ayuntamiento; Ricardo Cabezas como vicepresidente de la Diputación de Badajoz; la vicerrectora Pilar Suárez Marcelo, por la Universidad de Extremadura; Alberto Covarsí Guijarro, presidente de Juvenex; y Mercedes Vaquera Mosquera, de Caja Rural de Extremadura.

Todos han intervenido y como patronos se han puesto a disposición para desarrollar cuantas iniciativas y proyectos puedan ir surgiendo. Ha sido Ricardo Cabezas quien ha reconocido "sentimientos encontrados" por haber tardado más de 20 años para que la foto de hoy pudiera hacerse, un retraso por el que ha pedido disculpas y ha reconocido sentirse "avergonzado". "A partir de ahora estaremos a la altura de las circunstancias". "A trabajar, hemos acabado la parte burocrática y ahora queda la parte real", ha manifestado la representante de Caja Rural de Extremadura. "Esperemos que no tardemos otros 20 años en conseguir el museo que deseamos y que Badajoz se merece", ha manifestado Emilio Cruz. Rafael España, por su parte, ha destacado que el objetivo de la fundación es la difusión y colaboración en actividades para el incremento de la cultura científica, experimental, social o humanista. Desde la Junta y los organismos adscritos a la consejería se trabajará en acuerdos marco de colaboración y convenios específicos para el desarrollo de actividades y ayudará en la búsqueda de financiación. En este contexto, la vicerrectora ha defendido la presencia de la universidad en este museo por ser el vehículo fundamental para la transmisión del conocimiento y de la cultura. El compromiso de la Uex se articulará ofreciendo estudios propios, involucrando a los grupos de investigación y con la divulgación científica. El alcalde, en su intervención, ha apuntado que en los últimos tres años "ha ocurrido de todo" para ir retrasando esta iniciativa y ha recordado que el acuerdo plenario del ayuntamiento para formar parte de la fundación se adoptó en 2018.

Lorenzo Blanco ha explicado que aunque existirá una sede física de este museo, por definición no se limitará a estar "entre cuatro paredes", pues los promotores entienden "la ciencia en un sentido amplio". Será un museo con diversidad de contenidos, dinámico, interactivo y participativo. "Badajoz como ciudad de la ciencia, una ciudad viva", ha defendido Blanco. Así, el río será un escenario natural para el desarrollo de proyectos, como el que tienen de relojes solares con la Confederación Hidrográfica del Guadiana, para el que incluso existe una partida presupuestaria. Tienen también concretada otra iniciativa en la antigua Fábrica de la Luz y disponen de un espacio de la Uex para albergar material escolar de centros educativos, aparatos que se han podido quedar obsoletos, con la posibilidad de organizar una exposición sobre la historia de la educación. Asimismo tienen proyectos con la Biblioteca de Extremadura y con el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (Meiac) sobre ciencia y arte. "Este museo tiene que ser una ventana abierta para que se divulgue lo que se está haciendo en ciencia en Extremadura", ha comentado Lorenzo Blanco.

Por supuesto, aspiran a que el museo disponga de una sede física, donde se puedan desarrollar talleres, seminarios y cuente con un centro de documentación. Entre otras, sugieren que podría ubicarse en el ala vacía del edificio del teatro López de Ayala, en el Hospital Provincial o en el Palacio de Godoy cuando se quede sin contenido (ahora están la Escuela Oficial de Idiomas y la Escuela de Artes y Oficios). Tendrá que nombrarse además un director y contratar a personal y, a falta de un presupuesto completo, empezarán a funcionar por objetivos, con proyectos específicos. También han anunciado que funcionará una asociación de amigos del museo y de voluntarios.

En realidad del Museo de la Ciencia en Badajoz se lleva hablando muchos más años pues la reivindicación se fraguó a primeros de los años 90, a partir de los acuerdos de la Consejería de Cultura y la Facultad de Ciencias de la Uex. En la campaña de las elecciones municipales y autonómicas de 1999 aparecía entre las propuestas de los programas de PP y PSOE. De mayo del año 2000 data el acuerdo de todos los grupos parlamentarios de la Comisión de Educación y Cultura del Parlamento regional para que se crease. Fue en 2008 cuando la Económica retomó la iniciativa con la celebración de las I Jornadas sobre el Museo de las Ciencias, recogida de firmas y artículos en los medios de comunicación. La crisis económica paralizó el proyecto. En 2016 se reanudaron las reuniones y en octubre de 2017 se celebró una promovida por la Económica, con el presidente de la Junta, el de la diputación, el alcalde, el rector, el director general de Caja Rural de Extremadura y el presidente de Juvenex, que acordaron redactar los estatutos. De ahí, hasta ahora.