Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz ha atendido, durante este año, a casi 400 personas a través de sus recursos de atención a personas sin hogar, para paliar las graves consecuencias de la vulneración del derecho a una vivienda digna y adecuada.

Desde los centros residenciales de atención integral de los que dispone esta organización de servicios sociales se atendieron a 210 personas en el ‘Centro Hermano’, en Badajoz, y en el centro ‘Padre Cristóbal’, de la capital extremeña. A través de estas instalaciones desarrollan un itinerario personal que cubra no solo las necesidades básicas, sino que también marcan, conjuntamente, acciones de recuperación personal que rompan su aislamiento social.

Además, desde el centro de emergencia ‘Bravo Murillo’, que permaneció abierto todo el año, y en el que se da acogida a personas que se encuentran en una situación de máxima vulnerabilidad y exclusión social por encontrarse en una situación de calle, se atendieron a 167 personas en lo que va de año. Asimismo, por medio del centro de emergencia de Mérida, abierto durante los meses más fríos del año, se le ha prestado ayuda a 69 personas.

Por otra parte, el programa de atención a personas sin hogar de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz cuenta con siete viviendas de autogestión que están repartidas en las ciudades de Badajoz y Mérida y en distintos barrios de las mismas. En ellas se acogieron a otras 45 personas más.