El término municipal de Badajoz, con más de 1.400 kilómetros cuadrados, es el tercero más grande de España, solamente superado por Cáceres y Lorca, y como tal tiene miles de kilómetros de caminos públicos. Caminos que con el paso del tiempo, de la climatología y del uso de las personas y vehículos se deterioran. El ayuntamiento es consciente de ello y por este motivo ha empezado a arreglar aproximadamente 50 kilómetros de los que hay alrededor de la ciudad y de los núcleos urbanos de las pedanías, los que considera que son los más transitados por los ciudadanos.
El concejal de Vías y Obras, Carlos Urueña, aseguró que esta actuación es necesaria porque hay algunos que requerían ya bastante mantenimiento, aunque también subrayó que es «imposible» hacerlo en todos. Así, comprobaron con los técnicos los que estaban en peor condiciones y, además, tenían una gran afluencia. De este modo, el término municipal se dividió en cuatro zonas y cada una correspondía a los lotes que se sacaron a licitación en el proyecto, los cuales estaban dotados con 125.000 euros, por lo que el montante total era de medio millón de euros.
El lote 1, adjudicado a la empresa Transarpe, abarca las pedanías de Gévora, Sagrajas, Novelda, Alcazaba y Valdebótoa; el 2, del que se encarga Auxiliar de Obras VD, ocupa toda la parte de la frontera con Portugal; el 3, que lo arregla Cacho Nivelaciones y Contratas, es la zona de Alvarado, Villafranco del Guadiana y Balboa; y el 4, adjudicado a Mesasol Uno, se corresponde con las urbanizaciones de vecinos Dehesilla de Calamón y El Manantío.
Urueña detalló que para adecentar estas vías se pasa una máquina que levanta la tierra para escarificar el terreno, luego se vuelve a compactar con una motoniveladora y en las zonas en las que haya falta de tierra o se material se rellena con zahorra. Para finalizar se perfilan los caminos y se hacen las cunetas. «No hay ni hormigonado ni aglomerado, es solo tierra», especificó.
Una vez que se ven los primeros tramos rehabilitados los caminos han aumentado su anchura, dado que se ha quitado la vegetación y los montones de tierra que había en los lados. Asimismo, al alisarlos, todo el largo está practicable, no como antes que había partes por las que no se podía pasar. También se eliminan los hoyos que se forman por las lluvias, y que luego acumulan el agua, con la motoniveladora, con la que se les da pendiente hacia las cunetas para evacuar ese agua. «Realmente es una actuación muy beneficiosa porque hay algunas vías que tienen mucho tráfico al ser zonas de parcelas, viviendas o fincas», dijo el concejal, que espera que los trabajos finalicen para Navidad.
Daniel Corbacho es un corredor que usa casi a diario el camino que conecta desde la rotonda de la autovía A-5 hasta la Ronda Norte y que está muy concurrido también por ciclistas o vecinos del Cerro Gordo, como él, que pasean o sacan al perro por ahí. A su juicio, ha quedado muy bien y se agradece porque lo han adecentado, han limpiado los hierbajos y se ha hecho más ancho. También comentó que han pasado una apisonadora que ha dejado el terreno más liso, está más compactada la arena y ya no hay tantas piedras como las que había antes.
Según explicó, hasta el momento las labores han llegado hasta la rotonda de La Pilara y falta el tramo hasta San Roque, que tiene aproximadamente un kilómetro. Corbacho afirmó que le han comentado que otros de los que se ha arreglado es uno de los que hay en la parte trasera del estadio Nuevo Vivero.
Aunque esta iniciativa le parece bien, en el caso del camino que va hacia el Cerro Gordo considera que es más urgente crear un paso de peatones que permita cruzar la carretera con seguridad.
