El Ayuntamiento de Badajoz ha puesto en marcha el programa de captura, esterilización y retorno (CER) de los gatos urbanos de vida libre, o gatos comunitarios, del término municipal, un programa que desarrollará la protectora Adana, con quien ha firmado un convenio, según indicó ayer la concejala de Protección Animal, Lara Montero de Espinosa.

«El objetivo es conseguir minimizar el número de gatos urbanos de vida libre, mejorar la supervivencia y la calidad de vida bajo una esterilización para que no proliferen», destacó Montero, a la vez que afirmó que hay que evitar crear un problema de salud pública. Las actuaciones se llevarán a cabo en unas 50 colonias, en principio, en diversas zonas del Casco Antiguo como El Campillo, en Pardaleras, San Roque, San Fernando, Valdepasillas, La Granadilla y la residencia de mayores, la Urbanización Guadiana, Los Alféreces, Ciudad Jardín, el Golf Guadiana, Río Caya, la Dehesilla de Calamón, Campomanes, el centro penitenciario y en calles concretas.

Además, se va a hacer especial hincapié en las que hay cercanas a los institutos Reino Aftasí, San Fernando, Domingo Cáceres y Rodríguez Moñino y en las de los colegios por el tratamiento con los niños de infantil y primaria.

La concejala Lara Montero de Espinosa en la rueda de prensa del programa CER. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Para ello, contarán con la colaboración de las clínicas veterinarias Ciudad de Badajoz, Animax y Dovet, aunque no se descarta que se incorporen más, y de la red de voluntarios, con cerca de 70 personas actualmente.

En este sentido, el programa contempla una formación específica para estos voluntarios, que se producirá en noviembre, quienes recibirán un carnet que les acredite a la hora de ejercer su labor con los animales. Asimismo, serán los encargados de tratar con los vecinos y tendrán que hacer un censo inicial que, al principio, remitirán mensualmente con información detallada de los gatos.

En cuanto a la captura, la concejala dijo que se hará con jaulas trampas para que se puedan trasladar luego a la clínica. Allí se comprobará que no tiene microchip, se les hará un reconocimiento general, esterilizará, administrará medicamentos, marcará la oreja y se les desparasitará. «Tras la suelta habrá un seguimiento en tareas de limpieza, registro y alimentación», agregó. La previsión es castrar entre 150 y 200 felinos al año. También se instalarán casetas en algunas colonias para que estén más cobijados.

Varios felinos comen en la calle. Adana

Por otro lado, habrá campañas de educación a los más pequeños y concienciación a la ciudadanía. Así, Montero avisó de que no hay que alimentar a los animales sin control para que no proliferen, que no se cojan y, sobre todo, no abandonarlos porque el porcentaje de supervivencia de un gato doméstico en la calle es bajo.

Raquel García-Hierro, vocal de Adana, que reiteró que no se abandonen gastos en las colonias, aseguró a este periódico que ya han comenzado algunas esterilizaciones y están preparando el curso para los voluntarios. «Estamos empezando desde cero e intentamos hacerlo lo mejor posible», resaltó. Ellos pedían que el ayuntamiento se implicara con las colonias de gatos y están «muy contentos» por el logro que supone. En estos momentos, van a comprar las jaulas trampas y material que necesita y hay una partida para la alimentación. Con este programa las colonias quedan muy protegidas y se mejora su calidad de vida.

García-Hierro manifestó que es un proyecto a largo plazo y esto «es un comienzo de algo que llevábamos mucho tiempo esperando».