El bloque número 1 de la calle Román Gómez de Villafranca de la barriada de San Roque en Badajoz, un edificio en el que habitaban okupas, se ha incendiado sobre las 18.30 horas de esta tarde. Según han informado los bomberos, que dos horas más tarde de haberse producido ya lo tenían controlado y no había ningún riesgo de propagación, ha habido tres focos, el principal en el hueco del ascensor y los otros en una planta intermedia y en la terraza. Debido a la multitud de basura, enseres y objetos, a la carga térmica del edificio y la falta de elementos de seguridad como puertas, el trabajo de extinción ha sido «muy peligroso» y los efectivos han tenido que trabajar despacio y con cautela. El intenso humo se ha extendido por el barrio y ha llamado la atención de los vecinos. Afortunadamente las llamas no han afectado ni a otros edificio ni a vehículos. Una de las vecinas que vive enfrente del piso ha asegurado a ella los okupas no «me han dado mucha lata» y que ni se había enterado del incendio.

Los bomberos trabajan para sofocar el fuego. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Los bomberos habían hecho un rastreo provisional y no se había encontrado a ninguna persona en el interior. A la zona se han desplazado seis efectivos en dos camiones, una autobomba pesada y la escala, y un vehículo de mando porque, paralelamente, se había producido otro incendio en una caseta de tiro en la base militar de Bótoa.

Una de las habitaciones del edificio llena de objetos y basura. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Posteriormente, se han vivido momentos de tensión entre una familia y dos de los okupas. Según ha explicado Yolanda Jaramillo, estaba su hija sentada en un banco cerca de donde ha sido el incendio y una okupa del bloque afectado ha cogido el móvil de la joven de 15 años y ha salido corriendo. Un hombre que estaba por la zona ha conseguido parar a la mujer y le han quitado el móvil. La Policía Local ha intervenido rápidamente para que los hechos no se agravaran y han tomado los datos de la okupa y de la madre de la joven. «Esto es una vergüenza», ha exclamado Jaramillo, quien ha indicado que han tenido más problemas con estas personas porque dan voces, se pegan entre ellos a altas horas de la noche o mean en medio de la calle.