"Don Celso, no hacía que se disculpara usted, pero le honra. Es curioso en el mundo en que vivimos, donde se dicen tantas barbaridades, resulte que el único que se disculpe acabe siendo un cura, lo que le honra en gran medida". Con estas palabras, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha dado por zanjada y ha restado importancia a la polémica suscitada por las declaraciones del arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, en las que criticaba el reparto de fondos del Gobierno regional para la recuperación de patrimonio a las distintas diócesis extremeñas, en el que, a su juicio, Badajoz salía perdiendo con respecto a las de Plasencia o Mérida.

Solo unos días después, Morga pidió disculpas públicas por sus palabras que, según explicó, dijo de memoria y sin tener en cuenta los datos reales de la distribución de las ayudas económicas de la Junta para preservar y mejorar el patrimonio eclesiástico. «Hablaba por impresiones, por lo que he oído», aclaró. Por ello, quiso pedir perdón a los profesionales de la Administración regional, a los que agradeció su "dedicación", así como todas aquellas personas que se hubieran podido sentir ofendidas en el caso de las diócesis Plasencia y Mérida. «El que habla se equivoca y a mi se me calentó la boca», reconoció entonces.

Vara, aprovechando que este martes ha coincidido con Morga en el acto institucional por el día de la Policía Nacional ha querido, al iniciar su intervención, echar un 'capote' al arzobispo y dejar claro que no existe ningún problema entre ambas instituciones.