La Diputación de Badajoz y el Arzobispado de Mérida-Badajoz renovaron ayer el convenio para el mantenimiento y la mejora del patrimonio eclesiástico. Se trata de un acuerdo anual dotado con 400.000 euros, dividido a partes iguales por cada institución, cuya finalidad es la conservación y puesta en valor de las iglesias y pequeñas ermitas, pero también de retablos e imágenes de una importancia histórica, en los municipios de menos de 20.000 habitantes.
El presidente de la diputación, Miguel Ángel Gallardo, y el arzobispo, Celso Morga, rubricaron ayer esta colaboración que comenzó en 2018 y que, desde entonces, ha permitido actuar sobre más de 35 edificios y las obras que contienen en su interior, un balance que para Gallardo «no ha podido ser mejor». Por su parte, Morga indicó que ese presupuesto se dedica al «embellecimiento» de los templos parroquiales de las localidades más pequeñas, para que «haya un culto más digno» y porque es cultura.
El presidente detalló que en los años en los que se ha llevado a cabo esta cooperación se ha reconstruido la espadaña y cubierta de la ermita de Santa Lucía de Fuente del Maestre, se ha reparado de las bóvedas y cubiertas de la parroquia de La Asunción de Táliga o se está recuperando el retablo de La Zarza, de la que el arzobispo dijo que es una obra muy delicada porque estaba en «muy malas condiciones».
Las actuaciones también se han producido sobre los retablos de la iglesia de Calamonte, Alburquerque y Los Santos de Maimona en 2021, mientras que los años anteriores los trabajos han llegado a Almendral, Granja de Torrehermosa, Guadajira, Montijo, Puebla del Maestre o Solana de los Barros, entre otras.
