Una nueva cafetería va a desembarcar en la avenida de Elvas. Servirá cafés y pasteles como muchas otras, pero sobre todo será un ejemplo de inclusión. El nuevo negocio, que si no surgen imprevisto abrirá para recibir a sus primeros clientes en la segunda quincena de septiembre, no tiene ánimo de lucro, pero sí mucho de solidaridad.
Se trata de un proyecto del Economato Social Ciudad de Badajoz (Esciba) que, a través de su centro especial de empleo, va a contratar a cuatro personas con discapacidad: tres como camareros y otra como ayudante de cocina. Al frente del obrador estará un maestro pastelero.
La idea es ofrecer servicio de desayunos y meriendas y los beneficios que se obtengan, una vez pagadas las nóminas y gastos de la cafetería, se destinarán al supermercado social, que atiende a un centenar de familias y tiene una lista de espera aún superior.
Mercedes Arias, presidenta del Economato, sabe que este objetivo será difícil de cumplir a corto plazo, pero asegura que solo con poder mantener estos empleos será «una satisfacción».
La cocina ya está instalada y lista para funcionar. De hecho, este viernes se inaugura con un curso de repostería para usuarios de Down Badajoz, una iniciativa financiada por el ayuntamiento pacense a través del Banco del Tiempo. Uno de los alumnos será contratado en la cafetería.
También está colocada la barra y acaban de llegar las sillas y mesas (estas últimas prestadas hasta que reciban las definitivas). El resto del mobiliario procede de una donación privada.
La nueva cafetería abrirá sin rótulo, pero el tiempo apremia y lo importante es arrancar.
Está ubicada en un local que pertenece a la Fundación Dolores Bas, al lado de su cede, que fue antes una oficina bancaria y que ha habido que acondicionar. Las obras han durado ocho meses y durante ese tiempo el arrendatario no les ha cobrado alquiler, que empezarán a pagar una vez abran al público. Ahora solo queda que los pacenses vayan a probar los cafés que saben a inclusión.
