El Periódico Extremadura

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Más de 20 personas se encontraron por sorpresa con el aviso al llegar al local

Castigados sin bingo en Badajoz

El ayuntamiento suspende esta actividad en el centro de mayores de María Auxiliadora por un incidente ocurrido el 25 de agosto. Un hombre intentó agredir a una mujer con una silla

Usuarios y camarero a las puertas del centro de mayores de María Auxiliadora sin poder jugar. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Como cada tarde, más de una veintena de personas acudieron el pasado martes al centro de mayores de María Auxiliadora para echar la habitual partida de bingo. Sin embargo, al llegar se llevaron una sorpresa al comprobar en la puerta un cartel del ayuntamiento en el que se podía leer que la actividad quedaba suspendida hasta nuevo aviso debido a un incidente ocurrido el 25 de agosto.

El incidente en cuestión fue un intento de agresión con una silla a una de las mujeres que se encontraban en ese momento en la sala y, posteriormente, también al camarero. Según relató, Leonor Blanco, la mujer a la que casi golpean, todo fue provocado por un socio del centro de mayores que ya ha causado más problemas en otras ocasiones. Aquel día entro en la sede, se sentó en una mesa vacía con una actitud «chulesca» y después fue hacia donde estaba ella, que es la que se encarga de repartir los premios. Blanco se marchó entonces a otro lugar y el hombre empezó a increparla para, después, coger una silla con la finalidad de agredirla.

El ayuntamiento coloca un cartel con el que suspende el bingo. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

José Antonio García, el responsable del bar, se interpuso y consiguió evitar que los hechos fueran a mayores, aunque también fue amenazado por este hombre. Al final se marchó a su domicilio, en el portal de al lado, no hubo ningún herido y no quisieron llamar a la policía.

Otro de los usuarios que vivió el suceso aquel día, Antonio Bernardo, confirmó los hechos y afirmó que se veía que el hombre iba exclusivamente a provocar. «Vamos a pasar el rato, a distraernos y no estar encerrados en casa y ahora ya no podemos echar la partida», añadió.

Por su parte, García tenía miedo de que no le vuelvan a permitir el bingo porque gracias a ello los mayores van allí y se toman el café y los refrescos.

El ayuntamiento explicó que están estudiando la situación para ver si expulsan al hombre que causó los problemas o si se ponen unas normas para el bingo, aunque no detalló cuando podrán volver a jugar los mayores.

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