La Crónica de Badajoz

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LA SITUACIÓN HA IDO A MÁS TRAS EL CONFINAMIENTO Y SE HACE UN LLAMAMIENTO A LA COLABORACIÓN CIUDADANA PARA LOCALIZAR A LOS AUTORES

El Ayuntamiento de Badajoz alerta del aumento del vandalismo en las zonas verdes

Cada año se destinan unos 20.000 euros solo a reparar los daños de los actos vandálicos en parques y jardines. A la semana aparecen rotos entre 100 y 200 aspersores

Un talud del paseo de los arroyos quemado intencionadamente. S. GARCÍA

Sistemas de riego destrozados, fuegos intencionados, árboles y plantas arrancados, pintadas, destrozos en el mobiliario... Los actos vandálicos en los parques y zonas verdes de Badajoz van en aumento. Así lo asegura el concejal de Medio Ambiente, Jesús Coslado, quien alerta de que se ha detectado un considerable incremento del vandalismo en la ciudad tras el periodo de confinamiento por la pandemia.

Si este sábado amanecían derribados los árboles recién plantados en la calle Fernando Castón, junto a la plaza de los Alféreces, estas gamberradas se suceden de manera habitual en otras zonas como los paseos de los arroyos Rivillas y Calamón, la plaza de las Américas, el parque del río, el del Bioclimático o en el entorno de la Urbanización Guadiana. Solo son algunos ejemplos, dice el concejal, quien lamenta que son muy pocos los espacios verdes que se libran de ser campo de acción de los vándalos. 

Esto, además de perjudicar a la imagen de estas zonas y las personas que los utilizan de forma adecuada, tiene un alto coste para las arcas municipales: entre 15.000 y 20.000 euros destina el Ayuntamiento de Badajoz cada año solo a reparaciones de los destrozos causados por actos de vandalismo.

Cada semana se rompen entre 100 y 200 aspersores (cuestan entre 5 y 10 euros, dependiendo del tipo que sea), por lo que mantener el riego es «muy complicado». «Hay veces que se seca la vegetación porque desde que se rompen hasta que nos los suministran y se reponen pasan cuatro o cinco días en los que no se puede regar», explica Coslado. En otros casos, al destrozar el aspersor, el agua sale a chorro y provoca que se encharquen las zonas verdes. 

«Nunca habían sucedido los actos vandálicos a este nivel», asegura el concejal de Medio Ambiente. En este sentido, quiso hacer un llamamiento a la colaboración ciudadana: para que avise de inmediato a la policía si presencia un acto vandálico, pues es fundamental para que se localice a los autores y paguen por los daños causados. 

Todos los destrozos se ponen en conocimiento de la policía, pero resulta muy complicado identificar a los responsables, por eso, alertar con rapidez o facilitar cualquier pista es muy importante para ‘cazarlos’. No es imposible: hace poco una denuncia de Parques y Jardines, tras una investigación del Servicio de Información Local y Cometidos Especiales (Silyce) de la Policía Local y de la Policía Nacional, dio como resultado la detención de un joven que se dedicaba a robar los programadores de los sistemas de riego por goteo.

La denuncia parece que es la única solución para poner freno al vandalismo que sufren las zonas verdes, aunque no sea fácil pillar a los gamberros ‘in fraganti’, pues en la mayoría de los casos se cuidan bien de hacerlo a horas en las que no hay trasiego en estos espacios. Las noches y los fines de semana es cuando más actos vandálicos se cometen.

El parque de los arroyos Rivillas y Calamón, en la diana

El parque de los arroyos Rivillas y Calamón es una de las zonas verdes de la ciudad más perjudicadas por el vandalismo. Sus taludes sufren frecuentes incendios intencionados, que causan importantes calvas, pues el matorral sembrado es resinoso y arde con facilidad. «No hay duda de que se les prende fuego a propósito», asegura el concejal de Medio Ambiente.

Además, los vándalos rompen los aspersores «a patadas». No lo hacen en cualquier momento, esperan a que se eleven para regar y es entonces cuando los golpean. «Actúan como una banda organizada», denuncia Coslado. 

Una de las conducciones del sistema de riego destrozadas. S. GARCÍA

Tampoco es raro encontrar pintadas en cualquier superficie en la que puedan dejar su huella ni destrozos en los juegos infantiles. También se hacen botellones ilegales debajo de los puentes, por lo que botellas de vidrio, latas y plásticos acaban la mayoría de las ocasiones en el cauce de los arroyos.

En estos paseos el ayuntamiento tiene prevista una actuación para mejorar los caminos, sobre los que se va a echar una capa de zahorra para nivelar el terreno y se van a mejorar la salida del agua de la lluvia para tratar de evitar que se formen balsas . Estos trabajos, con u presupuesto de 39.000 euros, están pendientes de adjudicarse y el plazo de ejecución es de un mes.

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