La Crónica de Badajoz

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TAMBIÉN DISPONDRÁ DE UNA ZONA COVID, JARDINES, PISTAS DEPORTIVAS Y UN APARCAMIENTO CON CAPACIDAD PARA 40 VEHÍCULOS

El nuevo centro de cumplimiento de medidas judiciales de menores de Badajoz tendrá 8 viviendas y un huerto con granja

La Junta acaba de licitar la redacción del proyecto del edificio, que se levantará en una parcela junto al Marcelo Nessi. La inversión para su construcción se estima en más de 7,7 millones de euros, financiados con fondos Next Generation

Parcela junto al Marcelo Nessi donde la Junta construirá el segundo centro de cumplimiento de medidas judiciales de menores de Badajoz. Andres Rodríguez

El nuevo centro de cumplimiento de medidas judiciales para menores que la Junta de Extremadura construirá en Badajoz, junto al actual Marcelo Nessi, tendrá un edificio con casi 8.460 metros cuadrados de superficie y otros 12.570 de urbanización exterior. La redacción del proyecto de ejecución acaba de licitarse por 381.000 euros y el pliego recoge que, entre otras dotaciones, contará con ocho viviendas -con entre cuatro y ocho plazas- y un huerto con granja.

Las instalaciones se levantarán en una parcela sin edificar de 21.000 metros cuadrados situada en la calle Viriato y la inversión estimada para su construcción, que se financiará con fondos europeos Next Generation, se estima inicialmente en más de 7.746.000 euros.

La construcción de este segundo centro de cumplimiento de medidas judiciales para menores no responde a la falta de plazas en el Marcelo Nessi, sino a la necesidad de contar con un recurso que permita dar respuesta al incremento de internamientos terapéuticos (menores y jóvenes que llegan al contexto judicial con problemáticas previas relacionadas con la salud mental o el consumo se tóxicos), que requieren un tratamiento especializado y diferenciado del resto de medidas.

Esto conllevará que también el diseño del centro contemple la construcción de dos zonas residenciales diferenciadas y separadas funcional y físicamente, aunque con zonas comunes para la intervención socioeducativa, formativa y servicios generales.

En estas áreas residenciales se prestará atención en función de sus características, evolución y régimen de internamiento a los internos, que residirán en pequeños grupos de convivencia, «intentando asemejar su organización a la que pudiera producirse en el microentorno de una familia».

Así, habrá grupos de entre 4 y 8 jóvenes convivientes, con el objetivo de humanizar la intervención, evitar la despersonalización en el trato y reducir los costes de mantenimiento. Las cuatro viviendas para internamientos generales contarán con 20 plazas y las destinadas a internamientos terapéuticos , con 15. Todas dispondrán de dormitorios individuales, despachos, salón de estar, comedor office, sala de actividades de grupos y aseo, además de un porche y un pequeño jardín.

También todas las viviendas tendrán un sistema de videograbación integrado en las zonas comunes y, de forma selectiva, uno de los dormitorios (para prevención de suicidio y seguimiento de medidas de sanción o asilamiento), así como un sistema de sensores sobre el control de apertura de puertas de paso.

Además, habrá una zona de acogida, con otros tres dormitorios individuales; dos salas de aislamiento provisional; una zona de intervención para casos de covid u otras crisis sanitarias, con 5 habitaciones; y una zona de estar y dormitorio bis a bis.

El proyecto contempla la creación de un huerto exterior de temporada, un invernadero y una pequeña estancia para la cría de aves u otros animales de granja, con lo que se pretende ofrecer una nueva alternativa lúdica y terapéutica.

El centro estará perimetrado en su totalidad por una valla de seguridad, pero se procurará que tenga el menor impacto visual posible y que su imagen, como ocurre con el Marcelo Nessi, no sea «dura». Los servicios comunes se dispondrán en torno a un edificio central, conectados con el resto y servicios específicos, y contará con cuatro accesos diferenciados: recepción general y de visitas; entrada de internos a pie o en vehículos policiales (con esclusa de seguridad); para los trabajadores; y para proveedores y mercancías.

Asimismo, el proyecto incluye un aparcamiento cubierto con 40 plazas, zona de administración con despachos y sala de reunión, área de control de accesos, servicios generales (cocina, comedor, lavandería, almacenes), un salón de actos con capacidad para 50 personas y salas de visita de familiares, entre otras.

En cuanto a los espacios para la intervención socioeducativa grupal, se habilitarán aulas de tecnología, talleres de formación para el empleo, aulas escolares, dos pistas deportivas, un gimnasio, una biblioteca y un jardín de 200 metros cuadrados. Asimismo, para la atención residencial se dotará al centro de enfermería, dos despachos para el médico y el psiquiatra y otros siete para técnicos, sala de reuniones y salón polivalente.

Una vez adjudicado el proyecto, los encargados de elaborarlo tendrán un plazo de 4 meses, tras lo que se licitarán las obras, para las que la Consejería de Sanidad aún no tiene previsión de la fecha de inicio.

El espacio como "tercer educador"

Loris Malaguzzi, pedagogo italiano experto en metodología educativa basada en los entornos, defendía que el espacio «es un acuario que refleja las ideas, valores, actitudes y cultura de la gente que vive en él», por lo que para los educandos, el ambiente donde aprenden, vendrían a significar la presencia de «un tercer maestro». Siguiendo esta tesis, para planificar el nuevo centro de cumplimiento de medidas judiciales para menores, la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales ha realizado un análisis histórico de las medidas privativas de libertad que se han ejecutado en la región en la última década, con el objetivo de que las estadísticas sobre perfiles y tipos de internamiento se tengan en cuenta también en el modelo de centro que se va a plantear en cuanto a aspectos arquitectónicos y funcionales se refiere.

Se trata de contar un centro que permita un enfoque «multifuncional», diverso y alineado con los itinerarios educativos, para que, aunque privados de libertad de manera temporal y con medidas de seguridad que garanticen su integridad y la de los profesionales, los niños internos puedan recorrer el camino hacia la reinserción en un ambiente lo más parecido posible a un espacio de vida en libertad. 

Entre 2011 y 2020, en la región se han se han ejecutado en Extremadura 689 medidas privativas de libertad para menores. Aunque el número de medidas de internamiento general es aún superior al de internamiento terapéutico, cada vez son más de este último tipo las que dictan Juzgados de Menores. En cuanto al régimen de las medidas privativas de libertad ejecutadas en este periodo, la mayoría han sido en semiabierto (las personas sometidas a las mismas residen en el centro, pero pueden realizar algunas actividades fuera), frente a las de régimen cerrado (solo 8 en los últimos 10 años) y abierto (0). También superan en número las medidas firmes a las cautelares.

Con respecto al perfil, es mayor el número de varones que de mujeres que han pasado por el centro Mercelo Nessi entre 2011 y 2020, y se observa una tendencia, a partir de 2015, hacia la comisión de delitos a edades más tempranas, entre los 16 y 17 años. Al principio de la década la edad mayoritaria de los infractores era de 18 años o más.

La construcción del nuevo centro pretende responder a la necesidad de la Administración regional de contar con «un entorno seguro, sostenible, accesible y de atención residencial» para atender todas las causuísticas posibles de los internos (internamientos cautelares; abiertos, semiabiertos, cerrados, terapéuticos y medidas de permanencia de fin de semana), garantizándoles un ambiente socializador, proveedor de capacidades y competencias sociales para su reinserción social.

Reforma del Marcelo Nessi

Mientras tanto en el centro Marcelo Nessi continúan las obras de reforma, que se están realizando por fases para no interrumpir la actividad. En estos momentos se están remodelando los espacios educativos antes del inicio del curso, y posteriormente se acometerán los trabajos en el exterior del edificio, en la fachada y revestimientos, destinados a la mejora de la eficiencia energética. La previsión de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales es que esta actuación, con una inversión de 3,1 millones de euros, esté acabada a finales de este año.

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