Hace justo tres meses que se inauguraron las pistas deportivas Víctor Díaz de la barriada pacense de la Uva, unas instalaciones que comenzaron a reformarse en 2019 y que meses atrás por fin se abrían al público. Lo hicieron con un torneo de niños de entre 5 y 15 años que, según aseguró Antonio Díaz, padre del niño que falleció atropellado por un autobús en 2018 y que da nombre a este espacio, fue «emocionante, se te remueve un poco todo por dentro».

Pues ese fue el único día que los aficionados al deporte pudieron hacer uso de las instalaciones porque desde entonces han permanecido cerradas sin alguna razón aparente. El grupo municipal socialista criticó hace unas semanas el cierre de algunos espacios deportivos en la ciudad, entre los que incluyo los de esta barriada. Este lunes fue la presidenta de la Asociación de Vecinos Santa Engracia-Uva, Paqui Yáñez, la que confirmó que los niños no pueden acceder a jugar fútbol a las pistas y reclamó su apertura tanto para la práctica deportiva como para la semana cultural que celebrará la barriada el próximo mes de septiembre. «Necesitamos que para la semana cultural nos entreguen las llaves del polideportivo porque hay actividades que tenemos que hacer allí si o si», reiteró.

Otras de las puertas de las instalaciones que siguen sin abrir. SANTIAGO GARCÍA VILLEGAS

La presidenta vecinal aseguró que tiene una opinión muy negativa de lo que ha hecho el ayuntamiento con las pistas después de llevar más de tres años sin poder hacer uso de ellas. «Lo reinauguraron con toda clase de publicidad y con las mismas lo volvieron a cerrar porque en ningún momento nos han dado las llaves», indicó. Todo ello sin tener ni idea de cuál es el motivo porque no reciben contestación alguna por parque de la corporación municipal. En este sentido informó de que el pasado mes de julio le mandó un escrito al concejal de Deportes, Juan Pérez, puesto que le pidió un horario para las instalaciones y ella respondió que habría uno en verano, otro en invierno y los fines de semana para los partidos.

Para Yáñez, el periodo vacacional era la mejor oportunidad para que los niños hubieran utilizado estas pistas en vez de que tengan que estar jugando en la plaza de la iglesia, usando los bancos y la puerta de la parroquia de portería y pegando pelotazos. Por estos motivos solicitan que se abra ya.

Por último, afirmó que esto genera otro problema y es que el más de un centenar de niños que estaban en los equipos del barrio se han ido a otros clubes. «Han destruido la base que teníamos de fútbol por su dejadez». dijo.