La obra de la piscina de la Margen Derecha de Badajoz se retrasa otros diez meses. Con este nuevo plazo, el ayuntamiento calcula que las instalaciones podrían estar terminadas en mayo de 2023, justo cuando se celebran elecciones municipales, y tal vez en uso el próximo verano.

Es el tercer aplazamiento que sufre este proyecto desde que comenzaron los trabajos junto al pabellón Juancho Pérez, pues la piscina debería estar terminada inicialmente en diciembre de 2020. Primero se prorrogó el contrato 6 meses y el nuevo plazo fue que la piscina estaría acabada en junio de 2021, pero se autorizó ampliar otro año más y la última fecha resultante fue verano de 2022.

El proyecto y la obra de la nueva piscina se adjudicó por 4,8 millones de euros a la UTE formada por Sehuca y Martín Casillas. El concejal de Gabinete de Proyectos, Jaime Mejías, reconoce que «efectivamente» el presupuesto de la obra «iba muy ajustado y eso es una obviedad». A los primeros imprevistos, que motivaron el primer aplazamiento (apareció un manantial de agua limpia en dirección al río que se ha reconducido para las cisternas de los vestuarios y el riego exterior, también hubo que colocar conducciones de saneamiento porque en el pabellón Juancho Pérez había una fosa séptica y después, la pandemia) se ha sumado la crisis actual con la subida de los materiales. «Si el presupuesto iba cojo, ahora más cojo todavía», señala Mejías.

Para solucionarlo, se ha aprobado un modificado de obra justificado por el aumento de precios de mercado por importe de 427.000 euros (más 20.000 euros de la asistencia técnica) para dar viabilidad a las próxima fase que se tiene que acometer: la de la cubierta de la piscina. Este modificado está ya en Contratación, pendiente del visto bueno técnico. Paralelamente el ayuntamiento ha tramitado una adenda al convenio con la Junta de Extremadura, con la ampliación en 10 meses del plazo de ejecución y para planificar el calendario de pagos. Según el concejal, esta adenda ha tardado 4 meses en estar aprobada por el Consejo de Gobierno. El ayuntamiento la ha recibido hace 10 días. Sin la adenda no se podía presentar el modificado y cuando tenga el visto bueno, la adjudicataria reanudará las obras. Mejías reconoce que la piscina lleva parada dos meses «aproximadamente».

En el grupo socialista no se creen nada. Ayer comparecieron a pie de obra (fuera del recinto vallado) el concejal Pedro Miranda y el portavoz municipal, Ricardo Cabezas, para pedir que se rescinda el contrato a la UTE adjudicataria y se licite de nuevo. «El tiempo nos ha dado la razón», defendió Miranda, en referencia a las denuncias que su grupo ha venido realizando sobre «la falta de transparencia» en el desarrollo de esta obra. El concejal recalcó que «la verdadera razón» por la que esta obra está parada es porque salió a concurso «muy por debajo de su valor real» y ese «error» no lo puede asumir el adjudicatario. Según el PSOE, a la obra están llegando camiones para llevarse las herramienta, lo que le lleva a preguntarse si la UTE ha renunciado. Miranda señaló que esta obra podría estar terminada ya «técnicamente», pero se ha retrasado «por la mala gestión del equipo de gobierno». En todo caso, el PSOE «teme» que la piscina no pueda estar acabada hasta 2024. «Intuimos y nos tememos que han arruinado al constructor», llegó a decir Cabezas.

A este respecto, Mejías apuntó que una UTE se forma para cooperar también en esfuerzo financiero «y a nosotros nos consta que Martín Casillas tiene viabilidad para continuar la obra sin ningún problema, no tenemos ninguna información contraria». Así, señaló que los responsables de la empresa estuvieron en una reunión en el ayuntamiento hace una semana en la que se ha acordó el plan de acción. El concejal apunta que la situación del mercado para los suministros es complicada y que hay que acogerse al decreto de la Junta sobre la subida de materiales para que las obras tengan viabilidad.