Majestad, el próximo lunes presidirá el acto de inauguración de la primera fase de la Línea de Alta Velocidad Extremadura, que no el AVE de Extremadura como inicialmente se anunció. Este acto hace catorce años hubiese sido un gran acontecimiento festivo, hoy cuesta hasta creerlo, pues han sido tantas las promesas y compromisos de distintos responsables políticos, que no debe reprocharse a la gente que haya perdido la confianza y la ilusión, y requiera tiempo y realidades volverlas a recuperar.

No creo que debiésemos minusvalorar este importante paso en el proceso de conexiones de Extremadura. Tras décadas de deterioro de infraestructuras y servicios ferroviarios en la región, tras décadas de promesas, planes y compromisos, tras décadas de anunciar presupuestos, concursos, obras y fines de obras, tras décadas de incidentes y accidentes en los servicios, tras años de visitas de ministros y promesas de inversiones y medidas, este paso es el primero que realmente supone un punto de inflexión y que puede ser el inicio de una nueva etapa, y poder recuperar, poco a poco, y con realidades, la confianza y la ilusión. Para muchos es un paso casi insignificante, pero estoy seguro de que supondrá un antes y un después. 

Entenderá que este primer paso no sea un momento de fiesta para muchos extremeños. Entenderá que las palabras que escuchemos desde el entorno político nos suenen a vacías e intencionadas. La situación creada a lo largo de años, o décadas, no es de un ministro o un gobierno concreto, ni de una crisis o coyuntura concreta, es una situación de Estado. Y nos gustaría que desde una visión de Estado se nos permitiese recuperar la esperanza. 

El acto del próximo lunes no debe tener un espíritu festivo ni presumir de las grandes obras realizadas, que las hay, y menos de lo invertido en lo realizado. La noticia no puede ser lo que han invertido, sino lo que no se ha invertido, los retrasos y lo que falta por invertir y hacer. No puede limitarse a que un ministro/a recién llegado pida perdón. Esperamos más disculpas de Estado, propósitos de enmienda y compromisos concretos y urgentes. Eso sí daría mucho sentido al acto de esta primera fase de la línea.

Esta primera conexión Madrid–Badajoz, con este tren e infraestructuras debería permitir que en este mismo año que se extendiese la conexión hasta Lisboa. Debería permitir incrementar la frecuencia de servicios. El lunes se debería anunciar que ya está resuelta y con plazos la conexión por la provincia de Toledo, que saldrán este año todos los concursos pendientes de Extremadura, que se iniciarán los procesos para recuperar la conexión Plasencia-Salamanca y el proceso para la electrificación del resto de líneas de Extremadura, porque aunque le llamemos así, guste o no son líneas de Estado. Extremadura es imprescindible para conectar Madrid con Lisboa, el Mediterráneo con el Atlántico y el norte con el sur. Aunque no se haga por Extremadura, Majestad, ignorar a Extremadura es un gran daño al Estado. Le agradezco que nos escuche, o que alguien que tenga acceso a usted se lo traslade. Muchas gracias.