El ciclista de 51 años que ayer domingo sufrió una caída en Los Montitos, en Badajoz, ha fallecido esta madrugada del lunes, según acaba de confirmar el Servicio Extremeño de Salud (SES). El fallecido, Eduardo García Romero, trabajaba en la Diputación de Badajoz, donde era jefe del Servicio de Proyectos y Obras.

Eduardo García Romero. DIPUTACIÓN DE BADAJOZ

El accidente ocurrió a las 12.20 de la mañana cuando el ciclista circulaba solo y bajaba por la carretera de Los Montitos, una urbanización de la carretera de Sevilla. La Policía Local investigaba ayer las circunstancias de lo sucedido.

Como consecuencia de la caída, el hombre sufrió traumatismo craneoencefálico severo y fue trasladado en estado muy grave al Hospital Universitario de Badajoz, donde permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Según testigos de los sucedido, el ciclista circulaba solo en una bicicleta eléctrica y realizaba una ruta desde Tres Arroyos, de la que regresaba y bajaba por la cuesta asfaltada de Los Montitos cuando, antes de llegar a la altura Las Lomas, perdió el control del vehículo y cayó, sufriendo un fuerte golpe en la cabeza sobre la calzada. El hombre iba sin casco y, al parecer, había salido a dar un paseo. Llevaba ropa cómoda deportiva pero no de ciclismo.

Se trata de una ruta habitual de ciclistas, que lleva hasta La Albuera. Se le conoce como el camino del Entrín. Un pelotón de ciclistas que realizaba la misma ruta se lo cruzó de regreso de San Isidro. Hicieron una parada y el hombre volvió a encontrarse con ellos. Cuando el grupo reanudó la marcha bajaba la cuesta de Los Montitos se topó el accidente. Parece ser que debido a las rachas de viento, a la víctima se le pudo ir la gorra, intentó no perderla sobre la marcha y en ese momento perdió el control del vehículo y cayó.

Según explican los habituales de la bici que circulan por esta carretera, en este tramo se alcanza bastante velocidad debido a la pendiente. Otro ciclista que llegó cuando ya estaban introduciendo al herido en la ambulancia, ha contado que había perdido mucha sangre, por los restos que quedaron en el asfalto.