Será la primera vez que participe con un espectáculo propio en el Festival de Flamenco y Fado de Badajoz (ha colaborado en más ocasiones) y lo hará con ‘Acaná Off’, que en caló significa «ahora». La extremeña Ostalinda Suárez inaugura esta noche junto a la fadista portuguesa Lina la décimo tercera edición, que se celebra hasta el próximo 9 de julio. La cita con Lina y Ostalinda es esta noche, a las 22.00 horas, en la terraza del López de Ayala.

-¿Qué es 'Acaná Off'? 

-En noviembre estrené ‘Acaná’, un espectáculo de gran formato, donde somos 18 artistas más 5 personas de producción, con un cuerpo de baile muy completo. Pensamos en la posibilidad de hacer una versión con un formato más reducido, por eso es ‘Acaná Off’, que mantiene la esencia original.

-¿Cuál es esa esencia?

-Está claro que es un espectáculo en el que reivindico el papel de la mujer en muchos niveles: de la mujer instrumentista, de la mujer gitana, de la mujer flamenca.

-¿Cómo lo plasmas?

-El hilo conductor es el instrumento, la flauta travesera, que es poco usual en el mundo del flamenco y menos todavía en manos de una mujer. Yo soy licenciada en flauta travesera, es decir, soy flautista clásica y el espectáculo incluye composiciones propias, es un flamenco sinfónico, muy de vanguardia, pero sin perder las raíces flamencas que yo he mamado desde que nací. Vengo de una familia gitana, donde todos son músicos (su padre es Paco Suárez) y he mamado mucho el flamenco. Hago interpretaciones de compositores clásicos muy conocidas pero las llevo a mi visión flamenca.

-Es una versión reducida pero estarás muy acompañada en el escenario.

-El elenco está formado por 10 artistas, no es un espectáculo pequeño. Me acompañan los Mellis a los coros (Antonio y Lolo Saavedra), el cantaor de la tierra fantástico Manuel Pajares, Pakito Suárez ‘El Aspirina’ (su hermano), Jesús Ortega como coreógrafo, escenógrafo y bailaor, también baila Rosa Belmonte, Juan Manuel Moreno a la guitarra, la chelista Marina Zarzoso y Roberto Jaén, a la percusión.

-Compartirás escenario con Lina. ¿Haréis algo juntas?

-Al principio lo pensamos, pero por problemas de fechas es difícil hacer coincidir a sus músicos con los míos. Aunque puede que surja alguna sorpresa durante el espectáculo, que es algo que nos caracteriza a los que hacemos este tipo de música, que en un momento nos arrancamos y hacemos lo que tengamos que hacer. No lo descarto.

-¿Te sientes referente?

-Claro que sí. Tengo que decir que me siento referente y te cuento algo muy bonito que me está pasando. Es cuando verdaderamente me he dado cuenta, porque aunque me lo decían, yo no hacía caso, siempre he estado pendiente de estudiar, de trabajar y de aprender. El año pasado he dado un curso de flauta flamenca en el Conservatorio de Badajoz y he tenido seis alumnas gitanas de flauta travesera. No una ni dos: seis niñas para las que soy su espejo, ellas se miran en mí y se ven reflejadas, porque somos gitanas. Estas niñas piensan que si Ostalinda lo ha hecho, por qué ellas no lo van a conseguir, si les gusta. Tener en Extremadura -seguro que en Andalucía hay más- seis gitanas que tocan la flauta travesera, interesadas en el estudio del instrumento, en aprender, ha sido una de las cosas más bonitas que me han sucedido últimamente.