"Aquí tienes un uniforme de policía o no existes". Es lo que piensan los trabajadores del Ayuntamiento de Badajoz, que este miércoles, coincidiendo con la celebración del pleno, han vuelto a protagonizar una protesta a las puertas del palacio municipal para exigir "un trato igual" para todos los empleados municipales ante la equiparación salarial acordada por el PP y Ciudadanos para la Policía Local, lo que supondrá un coste de 2 millones de euros anuales.

Más de 200 funcionarios se han concentrado por segunda vez en siete días para reclamar al equipo de gobierno que se siente a negociar un acuerdo "para todos" y para denunciar que ya se están dando los primeros pasos para amortizar vacantes en diferentes servicios municipales (ninguna en el de la Policía Local), con el objetivo de obtener fondos con los que cubrir el incremento de sueldo de los policías locales en 2022, un 30% de los 6.314 euros más cada agente cobrará al año a partir de 2024.

"Si ese expediente administrativo (para la amortización de plazas) sigue adelante y se lleva a pleno, vamos a parar", advierten los funcionarios. "A lo mejor han tenido Palomos y la feria, pero Badajoz está inmerso en muchos proyectos importantes que tienen que tirar para adelante, con financiación de Europa...Todos podemos presionar", ha apuntado Juan José Jerez, jefe de negociado de Presupuestos y Contabilidad. Aunque su intención es llegar a un acuerdo sin necesidad de endurecer las movilizaciones, sí quieren dejar claro que tiene capacidad para paralizar el Ayuntamiento de Badajoz y que existe esa posibilidad. De momento, avanzan que las concentraciones de protesta se mantendrán todas las semanas hasta que se inicien contactos con el alcalde, Ignacio Gragera, o reciban alguna propuesta.

Si en la primera concentración solo el concejal no adscrito, Alejandro Vélez, se puso detrás de la pancarta, este miércoles han acompañado a los trabajadores el propio alcalde, los portavoces del PP, PSOE y Unidas Podemos, Antonio Cavacasillas, Ricardo Cabezas y Erika Cadenas, respectivamente, además de otros concejales populares y socialistas. Gragera al ser preguntado por la prensa, se ha limitado a decir que estaba allí para "apoyar" a los trabajadores y que sus reivindicaciones "se estaban viendo".

El alcalde, Ignacio Gragera, charla con varios trabajadores del ayuntamiento durante la protesta. ANDRÉS RODRÍGUEZ

La presencia de los representantes políticos es un gesto de apoyo que, a juicio de los trabajadores, no sirve "de nada" si no se refleja en medidas concretas para dar respuesta a sus reivindicaciones. "Nos vale de muy poco que vengan aquí a ponerse a nuestro lado y apliquen una solución que está en su mano: den un trato equitativo a todos los funcionarios y no establezcan agravios comparativos como el que pretenden", ha reclamado Antonio García, jefe del servicio de Limpieza.

Por ahora, solo Vélez ha anunciado públicamente que votará en contra de la subida salarial pactada por PP y Cs con el sindicato Aspolobba cuando se lleve a pleno.

Anular el acuerdo con la Policía Local

Desde la primera concentración no se han producido conversaciones entre los trabajadores municipales y el alcalde, aunque este último si ha mostrado su malestar a los jefes de servicios por el correo que remitieron a todo el personal para convocarlos a la concentración ante las puertas del ayuntamiento y el día de pleno. "Pienso que el alcalde es una persona razonable y espero que nos reunamos para dar una solución a este tema, porque lo más justo es que haya un acuerdo para todo el ayuntamiento". Lo que pide los funcionarios a Gragera es "una propuesta real, razonada, estudiada y justa para todo el mundo", lo que pasaría por anular "por completo" el acuerdo con la Policía Local. "Esos fondos irían a una misma caja para repartir entre todos los trabajadores", ha señalado César Rodríguez-Arbaizagoitia, coordinador de Infraestructuras y jefe del servicio de Alumbrado.

"La pelota está en el tejado de los políticos ahora y deben ser ellos los que muevan ficha. Nosotros desde luego no nos vamos a quedar quietos, porque nos parece un despropósito", ha añadido.