Hasta el próximo 17 de junio, en la Residencia Universitaria Hernán Cortés de Badajoz se puede visitar la exposición ‘Crecer con miedo: Niñas y niños ante la violencia de género’ de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, que se muestra con motivo de las jornadas ‘Proyecto Mariposas’, que ha albergado hace unos días el centro. 

La exposición, que la comisión, en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), puso en marcha durante el último trimestre del 2019, está formada por una serie de dibujos realizados por hijos de víctimas de violencia de género, que plasman sobre el papel las situaciones de maltrato que han vivido. 

Insultos, lágrimas, miedo, una imagen de un monstruo que grita «te voy a matar», comparaciones con animales salvajes como el gorila o el tigre, muestran como viven los más pequeños la violencia machista en sus hogares. «Cuando dibujé a papá, que es una fiera, pinté una línea para proteger a mamá», cuenta uno de ellos.

Esta recopilación de dibujos forma parte del proyecto ‘Intervención Psicosocial con Menores’, una iniciativa de la comisión arrancó en el año 2003 al observar las necesidades de atención psicológica que presentaban aquellos niños que estaban siendo víctimas directas de maltrato físico, psicológico o sexual.

Desde la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres explican que esta exposición nace con la idea de sensibilizar sobre los terribles efectos que la violencia machista tiene sobre los menores que la sufren y que no se puede expresar con palabras. A través de sus dibujos quieren demostrar cómo ven los pequeños el proceso de violencia, haciéndoles protagonistas de su propia historia.

En España, desde que en 2013 se empezaran a contabilizar, un total de 47 menores han sido asesinados y 354 han quedado huérfanos a causa de la violencia machista, según datos de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. Muchos de ellos presentan baja autoestima, depresión, conductas agresivas, problemas de alimentación e incluso consumo de estupefacientes. Las creadoras de este proyecto apuntan que todo lo que los menores hacen tiene sentido y relación con algo que les ha ocurrido. Y articulándolo, dando forma a sus actos y pensamientos a través de esta forma de expresión, podrán proyectarlo hacia un futuro, hacia un cambio propio, recorriendo y atravesando su singularidad.

La exposición se puede visitar en horario de diez de la mañana a dos de la tarde y de cinco a ocho de la tarde. La entrada gratuita.