El Juzgado de lo Penal número 1 de Badajoz juzgará a la exempleada de una clínica de la capital pacense y a su padre después de que amenazaran y hostigaran al responsable del negocio para que les pagase la liquidación que se debía abonar a la mujer tras finalizar su relación laboral.

Por estos hechos, la acusación particular solicita tres años de prisión para el padre por los delitos de amenazas graves y de coacciones graves, así como dos meses multa a una cuota diaria de 10 euros por un delito leve de maltrato de obra, mientras que para la hija pide tres años de prisión por los dos primeros delitos.

Por su parte, la fiscalía plantea para ambos una multa de 18 meses con una cuota diaria de 10 euros por el delito de coacciones graves, y para el progenitor también una multa de un mes con una cuota diaria de 10 euros por el delito leve de maltrato de obra.

Según el escrito del ministerio público, como la mujer no recibió «el pago íntegro de la correspondiente liquidación», tras finalizar su relación laboral en la clínica, en lugar de «hacer valer sus derechos ante la jurisdicción competente» acudió junto a su padre al negocio con el propósito de que le fuera saldada la deuda.

El padre de la trabajadora, según relata la fiscalía, hostigó a la víctima en varias ocasiones en la clínica con «gestos y frases intimidatorias e insultos», actitudes que repitió durante tres días.

Como la extrabajadora solo recibió «una parte de la cantidad debida, continuaron con su comportamiento ilícitamente coercitivo» y el 1 de abril de 2019 ambos mantuvieron una «agria discusión» con el perjudicado, al que también insultaron. El padre de la antigua empleada llegó incluso a «asir por la bata» al dueño de la clínica y a propinarle un golpe en el hombro «del que no consta que le causara menoscabo físico».

Según el fiscal, ambos intentaron rebasar el mostrador de recepción para tratar de alcanzar la caja, «donde conocía la mujer que guardaban la recaudación, sin lograr su ilícito propósito». Por último, el 3 de abril, el procesado realizó «reiteradamente expresiones intimidatorias» al perjudicado a través de llamada telefónica en relación con el cobro del resto pendiente de pago, finalmente «de este modo abonado».