Tubasa y el Comité de Empresa no han llegado a un acuerdo y la convocatoria de huelga indefinida se mantiene a partir del próximo día 17 de junio, justo en el comienzo de la feria de San Juan, de 21.00 a 7.00 horas.

Este jueves se han reunido las dos partes para ver si daban con una solución a esta problemática, un encuentro al que los trabajadores iban con la idea de ceñirse al preacuerdo que habían tenido en negociaciones anteriores. Las condiciones del mismo eran una subida salarial del 2% con una clausula de revisión salarial sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) a finales de año para su equiparación. El presidente del comité, Antonio Villalba, ha asegurado que «es lo más sensato y justo», considera que no están reivindicando nada que sea exagerado y que la intención no ha sido nunca perjudicar a los ciudadanos. «No nos queda otro camino, a nadie nos gusta», ha agregado el representante, que ha explicado también que la respuesta de la empresa ha sido que no pueden asumir el gasto.

El convenio colectivo de este grupo está vencido desde 2020 y el pasado año ambas partes decidieron prorrogarlo por la pandemia, aunque en noviembre ya realizaron protestas para garantizar sus nóminas. Las aguas se habían apaciguado hasta que este miércoles, un día antes del acto de conciliación y mediación, volvió a saltar la noticia con el anuncio de la huelga. Villalba ha afirmado que ahora hay un plazo de diez días para que se produzca un acercamiento al que, por supuesto, están abiertos.

El gerente de la concesionaria de transporte público, Julián Pocostales ha reconocido que «había pocas posibilidades» de que se produjera un acuerdo y ha detallado que el ayuntamiento tiene que dar el visto bueno al incremento de los costes porque, de lo contrario, abocaría a la empresa a la ruina. Casi el 70% de los gastos de la empresa son laborales y, por eso, el principal escollo es la revisión del IPC, puesto que el consistorio no admite una subida salarial superior a la que han tenido los funcionarios, que ha sido de un 2%. En este sentido, ha manifestado que la empresa tiene los beneficios tasados muy bajos y que no pueden entrar en pérdidas. «Espero que todo el mundo ponga algo de su parte porque no es posible seguir así y habrá que darle una solución de alguna manera», ha señalado. En sus 32 años al frente de la sociedad nunca ha surgido un conflicto y confía en que esto no empañe la «paz social».

Por su parte, el concejal de Transporte Público, Jesús Coslado, ha instado a Tubasa a que llegue a un acuerdo con los conductores lo antes posible y ha aseverado que no están dispuestos a asumir que la ciudad pague una subida salarial por encima de los trabajadores municipales. Así, ha precisado que el comité pide un 2% más el ajuste con el IPC, que a final de año puede ser otro 5%, algo que es «totalmente inviable e inasumible». Esta medida supondría que el coste de la concesión subiera de una forma «bárbara». Para el delegado, el ayuntamiento es un «mero espectador» en las diferencias que puedan existir entre los empleados y la empresa y opina que, esta última, se debería hacer cargo de lo que no se puede permitir el consistorio. Además, ha mandado un mensaje a los conductores para que replanteen su reclamación porque el IPC está «desbocado».

Otro de los puntos en los que hay distensiones son los servicios mínimos de cara a la feria de San Juan porque la huelga está programada en las horas de mayor actividad y desplazamiento hacia y desde el ferial. Para el comité no se trata de un servicio esencial si no extraordinario y esperarán a lo que dictamine la autoridad judicial. Tubasa ha indicado que es el Ayuntamiento de Badajoz quien lo tiene que se limitará a notificar lo que ocurra. Y el concejal piensa que tienen un «respaldo legal suficiente» para exigir que se cumplan y que haya una frecuencia suficiente de autobuses en el segundo evento más importante para la ciudad después de la Navidad. Asimismo, ha dicho que será la empresa la que tiene que considerar si para ello debe contratar personal externo.

Por el momento parece que el choque de posturas es firme, que nadie da su brazo a torcer y esto puede provocar un colapso en una feria a la que le queda poco más de una semana para que comience.