La alegría y la diversión, además de las actividades físicas, inundaron ayer el pabellón de La Granadilla con la 25 clausura de la Campaña de Atención al Mayor, una jornada de convivencia en la que participaron en torno a un millar de personas, de las más de 2.000 que hay apuntadas. Este acto volvía a producirse después de que el pasado año el formato fuera más reducido. En sus caras, casi todas tapadas por las mascarillas al ser un colectivo de riesgo, se podían apreciar la felicidad de haber completado un curso que ha vuelto a la tan ansiada normalidad. También desprendían energía, buen humor y ganas de enseñar a los espectadores, que cubrían parte del graderío, las actividades que habían preparado para la ocasión.

Los usuarios de los distintos centros de mayores de la ciudad y de las pedanías abrieron el acto con un desfile sobre una alfombra verde ataviados con una camiseta roja mientras portaban y agitaban pañuelos de ambos colores y pelotas de gimnasia. Asimismo, para la foto de familia posaron con cartulinas en las que se leía «XXVI Campaña de Atención al Mayor». Después de que sonaran los himnos de Extremadura y España y de que tres mujeres, una nieta, una hija y participante, dieran un pequeño discurso, se llevaron a cabo dos exhibiciones de gimnasia.

Los participantes llegaron desde los distintos centros de mayores de la ciudad. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

En una de ellas participó María Cadenas, que a sus 93 años es una de las más veteranas tanto por la edad como porque lleva más de dos décadas realizando estas actividades que programa la Concejalía de Mayores. «Yo me porque vivo cerca del centro de mayores de La Paz y estaba sola y aburrida», dijo Cadenas, al tiempo que aseguró que le sienta muy bien el ejercicio y que no le duele nada. Sus disciplinas favoritas son el baile lineal y los trabajos manuales pero también le gustan la gimnasia y la memoria. Cada día hace algo diferente y gracias a ello ha conocido a muchas compañeras que se han convertido en más que amigas y que considera «hermanas». «Todas son muy buenas conmigo porque soy la mayor y están pendientes de mí, de que no me caiga».

De las instalaciones de San Fernando acudió Julián Zabala, que se atrevió a probar estos deportes cuando falleció su mujer. «Estoy estupendo, me siento muy bien y por eso me apuntaré hasta que me dejen» agregó. Además de la actividad física, destacó el buen ambiente. Ambos usuarios recomiendan a la gente mayor que acudan a las clases, que no se queden sentados en un parque y no dejen que se oxiden los huesos.

El alcalde, Ignacio Gragera, que acudió a la clausura junto al concejal de Mayores, Antonio Cavacasillas, tildó la cita como «uno de los grandes eventos simbólicos», que espera que se desarrolle durante otros tantos años por el éxito que tiene.