Dos hombres se sentarán el próximo 21 de junio en el banquillo de los acusados en la Audiencia Provincial de Badajoz por presuntamente asestar tres puñaladas y herir de gravedad a otro varón en el transcurso de una pelea, ocurrida en una vivienda de Suerte de Saavedra la noche del 2 de abril de 2021. La fiscalía solicita para cada procesado una pena de 7 años de prisión por un delito de tentativa de homicidio y un año y medio por otro de amenazas graves. Además, para uno de ellos también pide otros dos años de cárcel por tráfico de drogas.
Según el escrito del fiscal, el día de los hechos la víctima acudió al domicilio de uno de los acusados a comprar 5 euros de hachís y, posteriormente, surgió entre ellos una «discrepancia» por el supuesto robo de varios paquetes de tabaco, por lo que, tras hablar por teléfono, el perjudicado regresó a la vivienda para aclarar el «malentendido».
Una vez en la casa, según el ministerio público, el inquilino, junto a otro varón que había acudido a ese domicilio a hacerse un tatuaje, recibieron a la víctima «en actitud absolutamente hostil» y, de común acuerdo, la amedrentaron con una escopeta y un cuchillo, con el que durante un forcejeo «extremadamente agresivo» presuntamente le asestaron tres puñaladas. A causa de las mismas, el agredido sufrió una herida inciso punzante en el hipocondrio derecho, que le afectó al hígado y al riñón; otra herida inciso cortante con afectación de vientre y tríceps; y otra en la apófisis espinosas. Según la fiscalía, estas lesiones son expresivas «de una voluntad de acabar con la vida» de la víctima y comprometieron «notablemente su integridad, hasta el punto de haber generado su muerte de no haber habido tratamiento quirúrgico».
El ministerio público, además de las penas de prisión, pide que los acusados indemnicen de forma conjunta al perjudicado con 25.000 euros y que se les prohíba acercarse a menos de 500 metros de él, su domicilio o lugar de trabajo durante 8 años.
Las defensas niegan el relato y los procesados se culpan mutuamente
Por su parte, los abogados de los inculpados, que se señalan entre ellos como autores de las puñaladas, niegan el relato de los hechos expuesto por la fiscalía, y ambos solicitan la absolución de sus representados.
La defensa del varón que supuestamente había acudido a la vivienda a realizarse un tatuaje, en manos de Miguel Ángel Trigo, señala que su cliente apenas conocía al hombre que resultó herido y que fue este quien acudió a la casa portando un arma de grandes dimensiones, con la que lo encañonó. En ese momento, ante «el miedo insuperable de ser tiroteado», intentó quitarle el arma, por lo que forcejearon, momento en el que el otro procesado, sin acuerdo previo, asestó a la víctima tres puñaladas de forma «directa y sorpresiva».
El letrado que defiende al inquilino de la casa donde ocurrieron los hechos, José Luis Díaz, sostiene en su escrito provisional que la discusión fue entre el perjudicado y el varón que se estaba haciendo un tatuaje, sin intervención alguna de su cliente ni de la pareja de este, que solo intentaron «mediar» para que no discutiesen en su casa. Además, niega la existencia de una escopeta, así como que el procesado traficase con droga, pues en su domicilio no han sido intervenida sustancias estupefaciente.
