Aurora, Águeda, Ana y Alba. Con estas cuatro protagonistas, Ana Lena cuenta cómo cambió España a lo largo del siglo XX en Las herederas de la Singer, su última novela que presentó ayer en la Feria del Libro de Badajoz: «Realmente, las mujeres son una vía para retratar la evolución de la sociedad española. Son cuatro generaciones que llevan el peso de la historia».

A pesar de la diferencia de edad, la bisabuela y la bisnieta no son tan distintas como pudiera parecer en un principio: «Son dos mujeres muy intensas y fuertes, pero la última nace en una familia muy acomodada donde el papel de la mujer es totalmente distinto al que tenían en una cuenca minera de la posguerra. Al principio, entre ellas se establece una relación de incomprensión porque la joven tiene tendencia a juzgar la vida de sus antepasadas con los ojos de los derechos que ella tiene en la actualidad, pero, a pesar de que la novela es dura y tiene puntos crudos, yo creo que la evolución que se muestra es muy optimista».

La época histórica donde se enmarca la trama ha obligado a Lena a documentarse para poder retratar fielmente lo que ocurrió. «Hay veces que cuando lees cosas duras tienes que parar un poco para procesarlo y no trasladar toda la dureza al lector, porque tampoco es necesaria para seguir el argumento. En ese sentido cuesta un poquito más de trabajo».

La idea se le ocurrió al desempolvar del trastero una vieja máquina de coser perteneciente a su abuela. Al verla, empezó a recordar todos los relatos que escuchó en el taller de costura de su tía cuando era niña y pensó que podría ser el hilo conductor de una nueva obra literaria: «La Singer fue un antes y un después para muchas mujeres. Conllevó un ahorro en el tiempo de trabajo y le dio la oportunidad a las mujeres de, por primera vez, conseguir unos ingresos extra o incluso una profesión y ser independientes».