Ángela Carrillo y Mar Barrero llegaron a la Feria del Libro de Badajoz a las doce del mediodía y empezaron a hacer cola a las dos. Esta madre e hija se trasladaron desde Villafranca de los Barros a la capital pacense única y exclusivamente para asistir a la firma de libros de Alice Kellen. Poco después de las seis de la tarde, ya tenían sus ejemplares firmados. 

Hubo quien hizo más kilómetros para llevarse a casa un libro con el sello de esta exitosa escritora valenciana. Beatriz Castaño, profesora de Lengua del instituto San Martín de Talayuela (Cáceres), se llevó a sus alumnos de 15 años a conocer la cita literaria más importante de la región extremeña aprovechando la presencia de esta autora tan conocida entre sus pupilos.

Kellen se describió a sí misma como una autora de 32 años «muy normal» que escribe novelas románticas, sentimentales, familiares y que intenta plasmar las emociones y hacer sentir a los lectores lo mismo que sienten los personajes de sus obras. 

No es la primera vez que viene a la Feria del Libro de Badajoz. Ya estuvo en septiembre de 2020, la primera edición que se llevó a cabo tras la irrupción del coronavirus. La acogida de entonces no tuvo nada que ver con la de este miércoles. «Fue distinta, porque como fue la primera feria a la que volví tras la pandemia, estaba todo un poco más controlado. Esta vez parece que todo vuelve a la normalidad», dijo ayer a los medios, aunque reconoció que no se esperaba ese recibimiento tan multitudinario.

La gran mayoría del público que se llevó un libro firmado por su autora favorita rondaba la adolescencia, pero no faltaban los adultos. «Es verdad que a los eventos se suele movilizar la gente más joven, pero yo siempre digo que los libros no tienen edad ni etiquetas», apuntó Kellen, que ya se encuentra trabajando en su próximo proyecto, que saldrá a la luz el año que viene: una novela coral donde la familia juega un papel muy importante.