Madrid, 1834. La epidemia del cólera no es la única amenaza que tiene atemorizados a sus habitantes, en los barrios de los arrabales empiezan a aparecer cadáveres desmembrados de niñas. «La Bestia vendrá a por todos. La Bestia nos matará», augura una anciana junto al cuerpo sin cabeza de una de ellas. Nadie sabe quién es el asesino en serie, todos lo temen. La desaparición de Clara, hará que su hermana Lucía, de 14 años, junto a un policía, un periodista y un fraile ‘guerrillero’ inicien una búsqueda desesperada para hallarla con vida. 

Así comienza la historia de ‘La Bestia’, la novela con la que Antonio Mercero (Madrid, 1969), Agustín Martínez (Lorca, 1975) y Jorge Díaz (Alicante, 1962) ganaron el último Premio Planeta y ‘salieron del armario’, al descubrir que los tres eran las manos y la mente de Carmen Mola, una escritora que, pese a su inaccesibilidad, ya había conquistado a los amantes de la novela negra con la trilogía de ‘La novia gitana’. Dos de ellos, Mercero y Martínez, acudieron ayer a la Feria del Libro de Badajoz para hablar con los lectores de ‘La Bestia’, con la que se introducen en el un nuevo género. «Damos un salto al thriller histórico y metemos al lector en un Madrid azotado por una epidemia de cólera, una ciudad cercada, que separaba a los pobres de los que tenían más posibilidades, y una ciudad muy convulsa y violenta. Era un buen caldo de cultivo para introducir la historia de thriller que le gusta meter siempre a Carmen Mola en sus novelas», cuenta Mercero. 

‘La Bestia’ está dando muchas satisfacciones a sus autores, pero cuando salió a la luz la verdadera identidad de la escritora las redes se llenaron de cientos de memes y reproches, ¿Ha sido Twitter su bestia? «No. Creo que le damos demasiada importancia a Twitter, fue como una explosión en el momento en el que salimos y es verdad que hubo un par de semanas de mucho ruido, pero Twitter en el fondo no es un espejo de la sociedad, es solo un reducto de un grupo de gente y, al final, las que hay hablando son cien o doscientas personas. Lo que nosotros nos hemos encontrado en la calle no tiene nada que ver con Twitter», asegura Agustín Martínez.

Los tres eran conscientes de que dejar de esconderse bajo su pseudónimo podría suscitar polémica y enfado o decepción entre el público. «El ruido no lo escogimos nosotros, nos ha tocado capear el jaleo del principio, pero desde hace muchos meses solo se habla ya del libro», dice. Su presencia en las ferias para promocionarlo es para ellos una doble satisfacción: la de la vuelta a cierta normalidad tras la pandemia y la del encuentro con los lectores tras privarse de ese contacto durante el tiempo que han mantenido en secreto que eran la enigmática Carmen Mola. 

Que la novela se gestara durante la pandemia y se sitúe en un momento de la historia en el que se vivió otra es «casual», reconoce Martínez. Eligieron el siglo XIX por ser una época de tensiones, «con mil revueltas y cambios políticos», y en el trabajo de documentación se toparon con la matanza de 80 frailes en una sola tarde, tras una revuelta del pueblo contra el clero, al que acusaban de envenenar el agua. «Una vez que empezamos a abrir la lupa, nos encontramos con las guerras carlistas y la epidemia del cólera. Lo llamamos un hallazgo ‘feliz’, porque, de repente, la realidad de ese Madrid de 1834 estaba hablando mucho sobre la que nosotros hemos vivido en 2020 con la pandemia de la covid. Pero no fue buscado, fue un encuentro en el proceso de creación de la novela», explica.

La promoción de ‘La Bestia’ no ha impedido que recuperen a Elena Blanco, la inspectora al frente de la Brigada de Análisis de Casos (BAC) de ‘La novia gitana’, ‘La red púrpura’ y ‘La nena’, para una cuarta entrega, que llevará por título ‘Las madres’. Sus seguidores podrán leerla tras el verano. ¿Cómo superar tramas tan ‘gore’ como las de esta trilogía? «Nos vamos retando lo unos a los otros a ver quién dice mayor burrada, comenta entre risas Martínez. «Tampoco es nuestra obsesión que sea más duro que el libro anterior, nos apetece contar una historia que nos importa», asegura.