La Policía Nacional ha detenido a tres personas, una de ellas en Badajoz, por extorsionar a centenares de personas a las que fingiendo ser hackers ofertaban servicios para eliminar multas o deudas cuando realmente las estafaban y amenazaban con revelar contenidos de su vida privada, y que consiguieron más de 300.000 euros.

El principal investigado ha sido detenido en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas cuando llegaba en un vuelo procedente de Filipinas y los otros dos implicados en Badajoz y en León, y se les atribuye delitos de estafa, extorsión, revelación de secretos, blanqueo de capitales y organización criminal, por los que además de estos tres arrestados hay otras dos personas imputadas.

La investigación comenzó hace un año durante un dispositivo establecido por la Unidad Central de Ciberdelincuencia para detectar nuevas modalidades delictivas a través de internet, informa la Dirección General de la Policía.

En el proceso se descubrió que los detenidos operaban desde las provincias de Badajoz, Córdoba y León, publicando a través de internet más de 12.000 anuncios de publicidad engañosa, asociados a más de 40 números de teléfono, 200 cuentas de correo electrónico y casi 1.300 direcciones IP.

Los detenidos captaban a sus clientes mediante ofertas publicitarias engañosas con promesas de eliminar multas y deudas, modificar calificaciones o espiar a otras personas.

Posteriormente, pedían el pago del servicio por adelantado además de solicitar datos sensibles del interesado a través de chat y al realizarse la transacción los detenidos interrumpían el contacto con los clientes o pedían nuevas cantidades de dinero.

Pese a realizar dichos pagos se seguían solicitando nuevas cantidades económicas con la amenaza de que de no hacerlo se publicarían los datos proporcionados por las víctimas y se informarían a las partes afectadas.

La Policía Nacional, que ha detectado centenares de víctimas, procedió un año después del inicio de la investigación a la detención de los implicados y a registrar sus domicilios en León, Badajoz y Córdoba, en los que intervino varios teléfonos móviles, 28 tarjetas SIM y material de almacenamiento y bancario relacionado con los hechos.

La investigación continúa abierta a la espera del análisis del material intervenido durante los registros y no se descarta la aparición de más víctimas.

La Policía Nacional advierte de que este tipo de delito es cada vez más frecuente y ha propiciado la aparición de una nueva modalidad delictiva llamada "hackstorsión", en la que los delincuentes ofertan servicios engañosos para extorsionar a las víctimas con información personal sensible.