El Periódico Extremadura

El Periódico Extremadura

41 Feria del Libro de Badajoz

Paloma Sánchez-Garnica: "Para aprender del pasado tenemos que leer"

La escritora desgrana 'Últimos días en Berlín'

Paloma Sánchez-Garnica, ayer en Badajoz. Andrés Rodríguez

La escritora Paloma Sánchez-Garnica (Madrid, 1962) trajo ayer a Badajoz ‘Últimos días en Berlín’, la novela que quedó finalista del Premio Planeta 2021, cuyos personajes se ven inmersos en los totalitarismos que afectaron a Europa y que llevaron a la Segunda Guerra Mundial. El título hace referencia al momento en el que los protagonistas logran dejar atrás más de dos décadas convulsas que condicionaron sus vidas.

Una novela que, según la autora reconoce, le supuso un trabajo de documentación ingente y complicado «pero muy gratificante». «Básicamente me documento con la lectura, no tiene ningún misterio: leer mucho, ensayo, novela, diarios de gente anónima, no de grandes personajes históricos, buscar, indagar y tratar de encontrar todo lo publicado referente a esa época y empaparte de aquella mentalidad».

Una época de la que se ha escrito mucho, desde muy distintas perspectivas y rincones. La autora se topó con su historia «por pura curiosidad, porque se ha escrito mucho de las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, pero yo quería entender, a través de gente corriente como nosotros, qué falló para que ocurriera lo que sucedió, los previos, qué pasó para que la sociedad alemana, muy parecida a la nuestra, se dejase llevar de forma tan apasionada por ese salvador de la patria que era Hitler y esa ideología tan perversa como es el nazismo». Se topó también «con el otro lado de la moneda que es menos conocido, más opaco, que se ha silenciado mucho más, porque del estalinismo conocemos bastante menos» y a partir de esos dos totalitarismos empezó a indagar para establecer a sus personajes en aquella época.

Sus protagonistas son ficción, pero viven situaciones reales. «Yo he cogido retazos de vidas y los he enhebrado en virtud de las necesidades de mi historia». El final de la novela, que es «esperanzador», surgió a medida que la iba escribiendo. «Me dejo llevar, voy avanzando y descubro lo que pasa a cada personaje». 

La humanidad no aprende. «No escarmentamos porque tenemos poca memoria del pasado, deberíamos estar constantemente pendientes de los errores cometidos, porque no podemos saber qué ocurrirá en el futuro, pero sí podemos aprender del pasado y para eso hay que leer, la lectura es el instrumento más accesible que tenemos para estar alertas y convertirnos en una sociedad no vulnerable, como era la sociedad alemana en el año 33, una sociedad difícilmente manipulable y crítica, ser una sociedad libre y leída». La historia se repite. «Nació un Stalin, nació un Hitler y ha nacido un Putin, que tiene muchas connotaciones con estos dos personajes que tanto sufrimiento provocaron, veremos a ver hasta dónde llega con sus pretensiones y hasta dónde se le pueden poner límites, esperemos que la política internacional sepa manejarse bien, nos va mucho en ello».

Compartir el artículo

stats