La Biblioteca de Extremadura, en Badajoz, acoge esta tarde, a las 20.00 horas, el acto de presentación de ‘El inquisidor de Anáhuac’ por parte del escritor y ex presidente del Parlamento Europeo Enrique Barón Crespo. El acto contará con la presencia del autor, que dialogará sobre la novela con Miriam García Cabezas, secretaria general de Cultura de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Extremadura. La presentación, convocada por la Fundación Yehudi Menuhin y el Legado Gandarias, dará a conocer esta novela histórica que aborda temas como el mestizaje, el indigenismo, el debate sobre las relaciones entre España y América a través del tiempo y la lectura contemporánea de esos hechos.

La trama de esta novela, publicada casi de forma sincrónica en México y España, resulta esclarecedora: Gabino, hijo natural y segundón de un grande de España, es encaminado por su moribunda madre hacia la Iglesia y el Santo Oficio y se convierte en Fray Servando de Villafranca. Consigue que el padre, en su lecho de muerte, lo reconozca y recomiende para ir como inquisidor a las Indias, a donde llega acompañado de su criado Juanillo. Tras ejercer su profesión en la capital y en diversos viajes por el Virreinato, no puede evitar caer en el pecado de la carne -Gabino vence a Fray Servando- con la bella criolla Guadalupe, de la que también está enamorado el alcalde Mayor. Gabino, ya colgados los hábitos y Guadalupe, embarazada, se escapan tras un duelo con la mencionada autoridad. Estos son los actores ficticios. El resto son reales y pueblan el relato no novelístico. Desde los inquisidores, autoridades y sociedad colonial mexicana, hasta los personajes de la época en Europa.

El autor narra la acción y las costumbres alrededor de 1648, año de la Paz de Westfalia, que da fin a la Guerra de los Treinta Años que puso patas arriba a toda Europa, inició la Gloriosa Revolución en Inglaterra y en el que nace Sor Juana Inés de la Cruz en México. Se presta especial atención a las actuaciones de la Inquisición con la descripción de un auto de fe en Madrid, previo a la partida, en el que estaban presentes Felipe IV y el Conde Duque de Olivares, que dio incluso lugar a un poema conmemorativo de Lope de Vega y de otro, ya en el Nuevo Mundo, en el que uno de los protagonista resulta ser Juanillo, dado por muerto y reaparecido, que en realidad era judío. Es la época de Saavedra Fajardo, que muere ese año, y de Mazarino (compañeros de estudios en Alcalá), de Velazquez, Rembrandt y Rubens, de Descartes y sobre todo de Spinoza, tratado con cariño, como otros judíos sefarditas de la época tanto en Europa como en América. Las estancias de Fray Servando en la capital son un buen motivo para la descripción de las costumbres de la sociedad colonial, su sexualidad y corrupción y la enumeración de razas que poblaban ese mundo. H