El periodista, cómico y guionista Ángel Martín (Barcelona, 1977), pasó ayer por el paseo de San Francisco de Badajoz para presentar y firmar su -único y parece que último- libro, ‘Por si las voces vuelven’, en el que relata en primera persona su experiencia tras sufrir un brote psicótico en junio de 2017.

Un libro que escribió para él y que ha cautivado a miles de lectores. «Uno fantasea con la idea de que lo que está escribiendo funcione y llegue a cuanta más gente mejor, pero no esperábamos la acogida que ha tenido». Reconoce que todavía no ha tenido tiempo de «procesar lo que está sucediendo: llegar a 12 ediciones en seis meses que se cumplieron hace un par de días está siendo abrumador y cuando a las firmas ves que vienen cientos de personas, que puedes charlar con ellas, la acogida, la gente que te comenta para lo que le ha servido el libro y que le ha ayudado, es abrumador. Creo que nadie espera algo así, ni en tus mejores fantasías».

La enfermedad mental está cuajada de estigmas y debe resultar complicado narrar sus verdades. No para Ángel Martín, «porque siempre he sido un descerebrado al que no le ha importado lo que piensen los demás de él». Es más, defiende que «nunca me ha importado lo más mínimo que alguien pueda tener prejuicios en relación a lo que yo he vivido o que después de leer algo que me haya sucedido a mí, decida poner pegatinas». Nunca le ha preocupado, «ni tampoco era muy consciente del tabú que había, relacionado con el tema de la salud mental». Lo hay y él opina que el motivo es «que la gente no sabe escuchar». «Muchas veces dicen por qué nos cuesta tanto hablar de salud mental, pero creo que el problema es por qué nos cuesta tanto escuchar sobre salud mental. Si tú tuvieras la sensación de que vas a poder hablar de algo sin que la persona que te está escuchando te ponga una etiqueta o crea que tiene que hablar contigo distinto, tú no tendrías ningún apuro en hablar de absolutamente nada. El problema está en que tenemos que aprender a escuchar sobre salud mental».

Su libro podría ser una puerta a la esperanza para personas que han sufrido brotes psicóticos y para quienes las rodean. Pero Ángel Martín no se atreve a afirmarlo así, «ni mucho menos». «Este libro simplemente es mi experiencia con un brote psicótico y lo que yo he hecho para reconstruirme y volver a empezar después de pasar por un psiquiátrico dos semanas y salir con una depresión profunda sin saber quién eres ni dónde estás ni qué sentido tiene el mundo». Aun así, «si mi experiencia y lo que yo he hecho le sirve a alguien, fenomenal, pero no me atrevería a decir que es el manual, jamás lo diría». Puede que sí esté ayudando. «Hay gente a la que está sirviendo para ver cosas de una forma que quizá no había visto o tratar de poner puntos de anclaje en sitios que no estaba encontrando, eso sí sé que está sucediendo».

«Ni de broma» se plantea escribir otro libro. «No soy de los que piensa que como éste ha ido bien, cuál va a ser el segundo libro, porque no tengo absolutamente nada que crea que le puede servir de algo a alguien. Lo que tenía está aquí». Por supuesto que la escritura le interesa, la de los monólogos, pero «escribir un libro es un proceso distinto, desde donde yo lo enfoco y el tipo de escritura que a mí me pueda interesar. No tengo la sensación de que ahora mismo tenga nada que puede servir de algo a nadie, de momento».