Bases fuera de servicio, puestos inutilizados, aplicación sin conexión o vehículos obsoletos. Son algunas de las quejas que los usuarios del servicio público de alquiler de bicicletas de Badajoz (Biba) manifiestan respecto a su funcionamiento.
Borja Lois es un vecino pacense que suele utilizarlo casi todos los días para ir desde el barrio donde reside, Valdepasillas, hasta donde trabaja, el Casco Antiguo. Empezó dejando la bici en la estación de Correos. Después de que dejase de funcionar, se pasó a la de la plaza Minayo, y ahora que esta también está fuera de servicio, ha tenido que adelantarse a la de El Corte Inglés.
De vuelta a casa suele irse andando, porque la parada que más cerca está de su domicilio tiene solo tres puestos disponibles de los ocho con los que cuenta -el resto están averiados-, y muchas veces tiene casi que volver a su lugar de origen para poder dejar la bicicleta. «De poco sirve hacer muchos carriles bici si ahora mismo el servicio está como está. Con esta incertidumbre es muy difícil utilizarlo», comenta resignado.
Las críticas provienen también de partidos políticos. Vox emitió hace unas semanas un comunicado donde denunciaba que en la aplicación solo había 80 bicicletas disponibles -a veces, esta cifra llega incluso a bajar de 60- cuando se supone que el parque existente tiene entre 120 y 140, tal y como confirma el concejal de Transporte Público, Jesús Coslado.
En la aplicación aBisa también hay varias incidencias registradas sobre el Biba. Algunas piden colocar bases en zonas donde escasean, como en los barrios al norte de las vías del tren: «El Gurugú también forma parte de la ciudad. Se pagan los mismos impuestos. Qué menos que tener servicio de bicicletas, que es algo sencillo y no hay excusas». Otras alertan sobre desperfectos en los vehículos o en las paradas, y hay quien se lamenta de que no se notifiquen a los usuarios de las incidencias.
Renovación del aplicativo
Coslado asegura que estos problemas se deben a la actualización del aplicativo y que ha pedido a los operarios que emitan un comunicado para informar de la situación y pedir disculpas por las molestias: «Se están cambiando los ordenadores de todas las estaciones por un sistema más moderno, por eso puede ser que haya algunas incidencias puntuales».
Sin embargo, hay algunos clientes del servicio que llevan sufriendo problemas desde hace ya tiempo. Lois, de hecho, asegura que ha ido empeorando conforme ha ido avanzando el año. «A mí no me importaría pagar más dinero por un servicio decente y fiable», manifiesta.
Coslado explica que este cambio de sistema se está haciendo, precisamente, para solventar todos esos errores y afirma que a finales de mayo el Biba volverá a funcionar a pleno rendimiento.
No es la única mejora que Coslado prevé en este sentido. Asegura que, en 2023, tal y como ocurre cada año, se renovará otra tanda de bicicletas del Biba, aunque aún no se sabe el número.
Además, en los próximos presupuestos tiene previsto destinar una partida a hacer realidad el proyecto del servicio de alquiler de bicicletas eléctricas cuya financiación fue denegada por el Ejecutivo nacional. Sustituiría de forma paulatina al actual y permitiría contar con 60 paradas, el doble de las que hay ahora.
