El presupuesto municipal de 2022 superó ayer su último trámite en el Ayuntamiento de Badajoz, donde se convocó un pleno extraordinario para abordar las alegaciones.

Se presentaron cuatro, todas referidas a Recursos Humanos y solo se estimó una parcialmente, de CCOO, para la estabilización de cuatro trabajadores del Instituto Municipal de Servicios Sociales. Este acuerdo fue unánime. No así el rechazo del resto de las alegaciones, que se descartaron con la abstención del PSOE y Unidas Podemos. Una de las alegaciones era de un operario de poblados para la retroactividad de un complemento y las otras dos procedían de Tesorería y de Urbanismo, que reclaman más personal. Para el socialista Javier Monroy evidencian «el malestar existente» en los colectivos porque no se modifican el catálogo y la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), que datan de 2002 «y están más que desfasados».

A este respecto, el alcalde, Ignacio Gragera, aclaró que sí hay una partida para el catálogo en los presupuestos. Son 90.000 para una asistencia técnica.

El concejal del PSOE recriminó que se haya incluido en el presupuesto la subida salarial del superintendente y que, sin embargo persista, el problema con las jornadas extraordinarias de la Policía Local, «por falta de previsión». Una crítica que le valió al concejal no adscrito, Alejandro Vélez, para señalar que en este asunto «no se están haciendo las cosas bien por ambas partes» y denunció que haya un sindicato que «tiene secuestrada a la ciudad de Badajoz», en referencia a Aspolobba.

El presupuesto municipal de Badajoz de 2022, el primero de Gragera como alcalde, supera los 122,5 millones y entrará en vigor cuando se publique en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).