Extremadura ya cuenta con su propia comunidad de inteligencia artificial (IA). La primera agrupación de este tipo en la región echó a andar ayer con un encuentro orientado a jóvenes interesados en descubrir este mundo. Se trata de un programa impulsado por Spain AI, una red nacional y sin ánimo de lucro que busca crear una corporación colaborativa.
Paloma Megías, coordinadora de la asociación, define brevemente la inteligencia artificial como el hecho de dar conocimiento a los datos. «Nos ponemos como objetivo intentar democratizarla y hacer que llegue a todos de una manera sencilla», explica. Durante esta actividad, que comenzó a las 19.30 horas y finalizó sobre las 21.00, los participantes pudieron disfrutar de sorteos y regalos, una ponencia de Álvaro Huertas y una reunión de trabajo virtual.
La comunidad ya trabaja desde hace tiempo en Extremadura mediante un proyecto llamado ‘IA mí qué?’ en el que imparten talleres de orientación por institutos, escuelas y universidades para transmitir una visión más cercana de la inteligencia artificial. Respecto a la aceptación de la iniciativa, Megías confirma que últimamente ha notado un mayor interés en la IA por parte de los jóvenes, aunque no terminan de ver una oportunidad real en la región para desarrollarla.
El proyecto abordó ayer la desinformación, una de las ramas de este concepto, mediante un cuestionario, aspecto que Megías considera muy importante en la época de guerra que vivimos. Cree que se ha dado un mal uso de la inteligencia artificial, especialmente en las fake news y todo lo que ha llegado mediante redes sociales. «Es innegable la presencia de la inteligencia artificial en la sociedad actual. Muchos sectores se han puesto al día muy rápido introduciendo proyectos que saquen valor a los datos, como empresas energéticas, bancarias o de salud», expresa la coordinadora. De hecho, la principal firma mundial de inteligencia de mercado, IDC, aseguró en febrero que durante 2022 las empresas aumentarán sus inversiones en IA en un 20%.
HERRAMIENTA / Stephen Hawking decía que la raza humana moriría el día en que la inteligencia artificial se desarrollara por completo. Al contrario que él, Megías no cree que la consolidación de la IA sea el fin de la existencia de la humanidad. «La inteligencia artificial nunca sustituirá a la humana, esto está muy lejos», manifiesta. Para ella, se trata de un instrumento muy útil que puede servir de mucha ayuda y que está regulada por una legislación muy estricta, por lo que requiere una utilización correcta. «Es un tema muy serio, antes de acceder a cualquier tipo de datos hay que tener en cuenta lo que se dice exactamente en esa regulación», aclara.
Hoy en día existen corrientes negacionistas del concepto. Hay personas preocupadas por si esta capacidad puede acabar, por ejemplo, con los puestos de trabajo o con los ordenadores. «Esta es una de las razones por las que queremos explicar en qué consiste la inteligencia artificial. Hay que entender que es una herramienta que puede convivir en nuestro día a día sin perjudicarnos en ningún sentido», señala.
La coordinadora apunta que, aunque la gente no es consciente, muchas facetas de la vida se rigen por este sistema tecnológico, como cuando el usuario quiere ver una serie o película y la plataforma le recomienda varias que podrían gustarle en función de lo que ha visto anteriormente.
