El Periódico Extremadura

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HACE TRES AÑOS QUE SE PUSO EN MARCHA Y NECESITA BOLLERÍA Y ZUMOS

La despensa de la Soledad se vacía

La hermandad de la patrona de Badajoz hace un llamamiento ante la falta de productos para su servicio de desayunos solidarios, en el que atienden a diario a unas 40 personas

Emilio y Javier recogen su desayuno en la Casa de Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad de Badajoz. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Necesitan que se les eche una mano en forma de magdalenas, cruasanes, sobaos o bizcochitos. Tampoco andan sobrados de zumos. De leche y galletas tienen más reservas. La ‘despensa’ de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad se vacía y los responsables de los desayunos solidarios hacen un llamamiento a la generosidad de los pacenses para que colaboren aportando dulces con los que acompañar el café que cada mañana sirven a unas 40 personas en su ‘casa’ de la calle Santa Ana, frente al monasterio del mismo nombre.

Apenas queda bollería en la alacena, pero ni por un momento se plantean dejar de prestar esta ayuda a las personas que más lo necesitan. «Dios aprieta, pero no ahoga», dice Francisco Lázaro, responsable de los desayunos, que él mismo sirve a diario junto a otros voluntarios como Antonio Román, Antonio Mata o el hermano mayor, José María Blanco, entre otros.

Francisco Lázaro y Antonio Román, hermanos y voluntarios, prepararan las bolsas de los desayunos. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Francisco Lázaro explica que no es la primera vez que se ven «en apuros», que con ayuda de los hermanos se han ido superando. Este servicio no cuenta con ninguna ayuda estable, aunque el Banco de Alimentos les provee de productos en ocasiones. La leche, zumos y bollos salen del bolsillo de los hermanos y de particulares que quieren colaborar. No aceptan dinero en mano, si alguien quiere realizar un donativo económico debe ingresarlo en la cuenta bancaria de la hermandad. Quienes deseen llevar los productos que necesitan pueden hacerlo en horario de 8.30 a 13.00 horas.

 Hace tres años que funciona este servicio de desayunos. Al principio solo se servían de lunes a viernes, pero se amplió también a los fines de semana y festivos. La decena de usuarios de los primeros meses se han multiplicado por cuatro -el mayor incremento se ha experimentado en los últimos seis meses-, pese a que debido a la pandemia, en lugar de tomárselo en la propia casa de hermandad como antes, solo se pueden recoger. De momento, los hermanos no tienen previsto retomar la presencialidad «hasta que no pase definitivamente todo esto», dice Lázaro.

Hay personas que van a por su desayuno, pero otras se llevan para el resto de la familia o incluso se llevan para varios días. 

Emilio y Javier hace algo más de un mes que acuden a la Casa de Hermandad de la Soledad. Antes vivían en la calle, pero ahora ya tienen vivienda. «Poder contar con un desayuno cada día es estupendo, se agradece mucho». También Manuel pasa a diario a recoger el café y algún dulce para él y su esposa. Cobra poco más de 400 euros, que prácticamente se le van en pagar el alquiler. «Sin esto sería difícil desayunar caliente todos los días», reconoce.

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