Un ‘Gran Hermano’ para poner coto al tráfico de drogas y la delincuencia en el Casco Antiguo de Badajoz. Las cámaras de videovigilancia que se han instalado en el centro histórico ya están operativas, después de un largo proceso y varios reveses, los últimos hace solo unos días, cuando robaron la instalada en la calle Concepción Arenal, que ya ha sido repuesta, y trataron de cortar los cables a uno de los dispositivos de la calle Bravo Murillo, aunque sin conseguirlo. El ayuntamiento ha invertido más de 250.000 euros en su instalación y de las 9 adquiridas, ya están en marcha 8. Solo está pendiente de colocarse la que se situará ubicará junto al Museo Arqueológico, en la alcazaba. 

Las ocho cámaras se han ubicado en otros tantos puntos de las calles Concepción Arenal, San Lorenzo, en dos tramos diferentes de San Juan, Amparo, Eugenio Hermoso, López Prudencio y Bravo Murillo, pero dan cobertura hasta 26 vías, lo que supone tres cuartas partes del Casco Antiguo. La intención del ayuntamiento es ampliar el número de cámaras a corto plazo, una vez se evalúe el resultado de estas primeras. 

La concejala de Policía Local, María José Solana, y el superintendente, Rubén Muñoz, se reunieron este jueves con colectivos vecinales, empresariales y culturales vinculados al centro histórico, que fueron los reclamaron su instalación tras una oleada de robos en el barrio en 2017, para explicarles su funcionamiento. El compromiso de colocarlas se anunció en 2018, pero no fue hasta un año después cuando se obtuvo el visto bueno de la Comisión de Videovigilancia del Tribunal Superior de Justicia. El contrato se licitó en 2020, pero el recurso de una empresa volvió a alargar los plazos y las cámaras no se empezaron a ubicar hasta enero de este año. La idea inicial era colocar 20, pero solo se autorizaron 9, que se han situado en los puntos más estratégicos.

Estos dispositivos, de última tecnología, grabarán las 24 horas del día, pero las imágenes que captan tendrán un uso policial para el esclarecimiento de hechos delictivos, estando exclusivamente a disposición de la autoridad judicial. A los siete días, si no han sido requeridas, las grabaciones se eliminarán. En la jefatura de la Policía Local de Badajoz en Valdepasillas se ha instalado un video wall específico para gestionar la red de cámaras y el superintendente es el único con potestad para remitir las grabaciones a la Policía Nacional y los jueces.

Los colectivos del Casco Antiguo coinciden en la importancia de la puesta en marcha de estas cámaras de videovigilancia para la zona, pues esperan que sean una herramienta persuasiva que, junto con la presencia de las policías Local y Nacional, contribuya a reducir el tráfico de estupefacientes y la delincuencia que lleva asociado. Para Emilio Vahí, presidente de la Asociación de Empresarios del Casco Antiguo de Badajoz (Aecab) la entrada en funcionamiento de las cámaras es «un paso adelante para que el barrio sea seguro y se empiecen a abrir nuevos comercios y se vengan a vivir familias», apuntó. A su juicio, la sensación de los vecinos es de «abandono» y de que los delincuentes actúan con «impunidad», una situación que esperan que comience a revertir a partir de ahora. 

También Juan Carlos Arce, de la Asociación Cívica, consideró que es «un paso muy importante para el Casco Antiguo», sobre todo porque confía en el efecto que tendrán «para disuadir a los ‘malos’, se mire el centro histórico con otros ojos» y los residentes vivan «con seguridad».