El juicio previsto este miércoles en el Juzgado de lo Penal número 1 de Badajoz por la muerte de un albañil en 2019 en las obras de demolición de un edificio en la calle Rivillas, en la que se iban a sentar en el banquillo de los acusados el dueño y administrador de la empresa a la que se subcontrataron estos trabajos de derribo y el encargado de la seguridad de la obra, no se ha celebrado finalmente al haber llegado las partes a un acuerdo. 

Ni la acusación particular, ejercida por José Duarte, ni la defensa, en manos de Alejandro Gaspar, adelantaron los términos del mismo, que se oficializarán este viernes, cuando está previsto que se dicte sentencia de conformidad, en la que se recogerán las penas impuestas y las indemnizaciones que recibirán la viuda y los hijos del obrero fallecido.

La fiscalía solicitaba en sus conclusiones provisionales una pena de tres años y medio de prisión para los dos acusados por un delito contra la seguridad y salud de los trabajadores y otro de homicidio por imprudencia, al considerarlos «responsables» de este accidente mortal. La acusación particular elevaba la petición de condena a 7 años y medio de cárcel para cada uno de los procesados. 

El trabajador fallecido cayó de una altura de 9 metros de altura cuando se encontraba junto a otro compañero sobre el forjado de la tercera planta del edificio que estaban demoliendo. Tras cortar una viga, la víctima se precipitó al vacío, sufriendo lesiones de gravedad que no pudo superar. El fiscal y el abogado de la familia la empresa no cumplía con las medidas de seguridad que podrían haber evitado el accidente.