Se sabe que el revellín de la calle Stadium existió y hay fotografías que constatan que en 1950 aún se conservaba, pero la construcción de las instalaciones deportivas de la OJE entre los baluartes de San Roque y Santa María se llevó por delante este elemento defensivo, cuyo material se reutilizó en esos mismos trabajos. En las excavaciones arqueológicas realizadas durante las obras del Corredor Verde, que en estos momentos acomete el Ayuntamiento de Badajoz, solo se ha podido documentar una pequeña parte del revellín, pero se ha delimitado cuál era su trazado (marcado con líneas blancas sobre la tierra).
Será ahora la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Extremadura la que establezca los criterios de intervención en el desaparecido revellín, cuya volumetría original se pretende restituir, pero que incluso se podría reconstruir si se autoriza. Este mismo mes se remitirá el informe arqueológico con este y otros hallazgos, para que Patrimonio se pronuncie.
Si del revellín no quedan vestigios, sí los hay de las plazas de armas situadas en sus esquinas. Las catas han descubierto una parte del muro, al que acompaña una escalera. Se van a recuperar hasta los límites que permitan las edificaciones y viales del entorno, pues hay partes que están bajo la calle Stadium y el colegio La Compañía. Estos elementos forman parte de la fortificación y permitirán, con la museografía adecuada, ofrecer una lectura completa del sistema defensivo abaluartado, una vez culmine la obra del Corredor Verde.
El alcalde, Ignacio Gragera, acompañado por los concejales de Gabinete de Proyectos y de la Estrategia de Desarrollo Sostenible Edusi, Jaime Mejías y Blanca Subirán, además de la responsable del proyecto, la arquitecta municipal Begoña Galeano, y otro técnicos, visitó ayer los trabajos, en los que se invierten 2,7 millones de euros, cofinanciados al 80% con fondos europeos.
Como ya informó este diario el pasado miércoles, las excavaciones entre los baluartes ya han dejado a la vista un amplio tramo del lienzo en toda su altura, recuperando la cota original de la muralla, donde también ha aparecido un desagüe, para evacuar el agua en caso de inundaciones.
Gragera recordó que toda la zona se cubrirá con una pradera de césped, incluida la calle Hermanos Merino, que desaparecerá. En cuanto a la calle Stadium, será plataforma única, con prioridad para los peatones y con tráfico de vehículos limitado a residentes y propietarios de los numerosos garajes que hay. Por la zona verde habrá caminos y discurrirá el carril bici proyectado por el entorno de la muralla abaluartada. El alcalde reiteró que las obras, que contribuirán «a la transformación del Casco Antiguo y Pardaleras y la recuperación de la historia de Badajoz», terminarán en abril de 2023.
