‘Lagrimas de Oro’ es la última novela de José Luis Gil Soto (Badajoz, 1972). La obra, que fue presentada en marzo de 2022, mezcla dosis de novela histórica y ficción. El libro entrelaza tres lugares (Panamá, 1524; El Cusco, 1524; y Sevilla, 2019) para formar un tejido nuevo con el que contar una historia antigua con rigor histórico e imaginación: el descubrimiento y la conquista del Perú. 

-¿Qué se encontrará el lector en ‘Lagrimas de oro’?

-Una novela muy entretenida y rápida. Cuenta un momento estelar de la historia que llegó a cambiar el mundo como fue el encuentro entre Francisco Pizarro y Atahualpa, dos figuras de la historia muy importantes, a la altura de Napoleón, Alejandro Magno o Julio César. Además, es una novela contada en dos tiempos que recrea el mundo de los incas, el encuentro con los españoles, el choque de culturas, el amor y la guerra. Utilizo también un thriller contemporáneo como hilo conductor, de manera que la historia comienza con el robo de un collar inca en la iglesia cacereña de Conquista de la Sierra. 

 -¿De dónde surge la idea?

-Viene desde muy atrás, desde la historia de los Pizarros. Le he dado muchas vueltas para ver cómo contarla de una manera que llegase a un gran público, no sólo especialmente a quien le guste la historia. De esta manera he querido divulgar un episodio que considero muy importante tanto en la historia de América y en el mundo en general como es la conquista del Perú por parte del imperio español.

-¿Es importante el proceso de documentación para llegar al público?

-Siempre lo es. Cuando se escribe una novela histórica, si el autor pretende ser riguroso en la parte histórica, el proceso de documentación lleva más tiempo que el proceso de escritura. Debe ser muy detallado. 

-¿La novela histórica es un medio útil para poder difundir la historia?

-Pienso que la novela histórica, al igual que el cine o la televisión, es la mejor forma para divulgar la historia. A excepción para los grandes aficionados que pueden llegar a leer estudios muy detallados, la novela histórica es un método muy entretenido para aprender historia. Además, si está bien documentada, es una forma magnífica. 

-¿Con cuál personaje podría empatizar más el lector?

-Esto dependerá del tipo de lector: por ejemplo, si es femenino, se identificará con varios protagonistas de la historia, una de ficción, la teniente Rebeca Parma, y dos personajes históricos como fueron Quispe Sisa, hermana de Atahualpa, o Cuxirimay Ocllo, dos mujeres incas con un papel muy relevante en ese choque de culturas y posterior pacificación.

-La conquista de Perú es uno de los temas principales que aborda la obra. 

-La conquista de Perú, dentro de todos los episodios que se dieron en la conquista de América, es la más influyente y la que más cambio el mundo. El descubrimiento del imperio inca y posterior conquista llegó a tener un impacto muy importante en el mundo, incluso China estableció la plata española como su patrón monetario. 

-¿Qué tiene de especial el imperio Inca para que se centre en ello?

-Me han llamado la atención muchas cosas, que al fin y al cabo son también las que le llamarán la atención al lector. Tanto la española como la inca son culturas absolutamente diferentes, que no habían tenido contacto nunca y que de pronto se encuentran por primera vez. A raíz de esto nos damos cuenta de que son dos grandísimos imperios, uno en auge y otro en declive, pero que se habían forjado de una manera muy parecida. Los incas engrandecieron generación tras generación su imperio sometiendo a los pueblos, exactamente igual que iban haciendo los países europeos, concretamente el imperio español.

-¿Se puede encontrar similitudes entre la conquista del Perú por parte de España y la situación de guerra que vivimos en el mundo hoy en día?

-Hay una similitud que tiene que ver con la condición humana, como es que el ansia de poder y el ansia de dominar al otro no han cambiado nunca. Por muy atrás que nos remontemos, todo lo que hay documentado en la historia pasa por invasiones, dominios de unos pueblos a otros, culturas que se imponen a otras etc. Esto ha pasado siempre y es intrínseco a la condición humana desgraciadamente.