El presidente de la Asociación de Vecinos de Suerte de Saavedra, Fernando Gonsalbes, se queja de que llevan más de tres meses esperando a que el Ayuntamiento de Badajoz coloque un imbornal que recoja las aguas pluviales que caen de las cubiertas del colegio Manuel Pacheco y bajan del parque del barrio, para evitar que, cuando llueve con fuerza, acaben anegados parte de los huertos urbanos municipales. La última vez que ocurrió fue tras el chaparrón que cayó el pasado lunes. El problema afecta sobre todo a las parcelas que están en la cota más baja, donde el agua se estanca. Son, según Gonsalbes, una decena del medio centenar que hay en total.

 Algunos usuarios han elevado el terreno de cultivo para minimizar los daños en caso de aguaceros, pero en otros el agua los inunda por completo, perjudicando el resultado de la cosecha.

El presidente de la asociación vecinal no entiende el retraso en esta actuación que, a su juicio, no es complicada ni costosa, y recuerda que el concejal de Parques y Jardines, Jesús Coslado, ya anunció en pleno que se iba a resolver de manera inminente, después de que el grupo municipal socialista presentase una moción para urgir esta y otras mejoras en los huertos urbanos de Suerte de Saavedra. La propuesta no salió adelante.

El chaparrón del lunes no provocó daños graves en los cultivos, pero los usuarios temen que se estropeen sus cosechas sí las lluvias se prolongan durante varios días. La tierra no tiene capacidad para absorber la cantidad de agua que baja y costará salvar la producción. «De momento, la ha tragado, pero el problema es cuando llueve sobre mojado», advierte Gonsalbes.

Algunas parcelas anegadas tras el chaparrón del pasado lunes. LA CRÓNICA

Por su parte, Coslado aseguró ayer que este problema está en vías de solucionarse. El concejal, sin embargo, aseguró que las inundaciones no afectan a una decena de parcelas como dicen los vecinos, sino que son solo «un par» de las 50 las que se anegan. Para resolverlo no se va a habilitar un imbornal, sino que se acometerá una evacuación de agua en la zona donde se produce la acumulación, a la que se dará salida hacia la red general de abastecimiento. 

El responsable de Parques y jardines explicó que ahora se está valorando si la mejor opción es llevar a cabo esta obra antes del verano o esperar al periodo estival, cuando «se cultiva menos», para no interferir en la actividad habitual de los usuarios de los huertos urbanos. 

A la espera de que comience la temporada de primavera-verano, en las parcelas de Suerte de Saavedra asoman habas, cebollas, ajos, coles, acelgas o lombardas, entre otras variedades. La cosecha se recogerá durante el mes de abril, tras lo que se dejará la tierra lista para plantar tomates, pimientos o pepinos. «Hay gente todos los días, por las mañanas y por las tardes». Nueve huertos los gestionan colectivos como la asociación de vecinos, el Grupo Joven o Ymca, y el resto están adjudicados a particulares. Existe lista de espera para optar a uno de ellos y hay 24 personas inscritas, según el presidente vecinal.