Coincidiendo con su onomástica, los vecinos de Suerte de Saavedra quisieron recordar ayer, día de San José, al quien fuera su párroco durante más de 25 años: Pepe Carracedo, fallecido el pasado mes de enero a los 87 años. 

El barrio, en cuyo nacimiento y desarrollo fue clave este sacerdote, se llenó de actividades: se celebró un campeonato de petanca, una yincana, hubo torneo de fútbol, actuaciones para los más pequeños con Vacasflakas y Brocolina y una comida vecinal. Pero los momentos más emotivos se vivieron cuando, en la plaza que lleva el nombre de José Carracedo, se plantó un madroño en su memoria, para que eche raíces en esta tierra, como hizo él. Después, en el salón de la parroquia San Pedro de Alcántara, algunas personas que lo conocieron durante estos años recordaron su vida y su importante contribución a esta barriada, de la que no se desvinculó nunca, pese a estar jubilado desde el año 2009. 

Pepe Carracedo no limitó su labor en Suerte de Saavedra a la estrictamente pastoral, sino que ejerció de «dinamizador» del barrio, siendo uno de los fundadores de la asociación de vecinos y promotor de la coordinadora del barrio, que propició el diálogo entre los distintos colectivos de la zona, según destacó la Comisión Comunitaria de Salud, promotora de este sentido homenaje, que es la que aglutina ahora a todos los colectivos, entidades y recursos públicos que tienen presencia y trabajan en favor de esta barriada pacense.

El homenaje a Pepe Carracedo reunió a numerosos vecinos, amigos y compañeros, como el actual párroco del barrio, Antonio León, que ayudó a plantar el madroño. 

También estuvieron presentes el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, y el portavoz municipal socialista, Ricardo Cabezas, que fue el encargado de leer el manifiesto, además de otros concejales de la corporación municipal, que quisieron acompañaron a los vecinos en diversos momentos de esta emotiva, pero sencilla jornada. Como le gustaban las cosas al cura ‘de la Suerte de Saavedra’.