La lluvia no impidió que alrededor de un centenar de trabajadores municipales se concentrasen en la mañana de ayer frente al edificio consistorial para reclamar un trato igualitario. El origen de la protesta, convocada por CSIF, se encontraba en un acuerdo del que ya informó este periódico por el cual se determinó que la equiparación salarial de los policías locales con respecto a los nacionales y a los guardias civiles se llevará a cabo de forma gradual entre 2022, 2023 y 2024.

De aquel documento, firmado por el alcalde, Ignacio Gragera, la concejala de Policía Local, María José Solana, y todos los sindicatos con representación en el consistorio, se descolgó CSIF lamentando que se hubiese acordado un incremento salarial que solo contempla la subida de sueldo para este servicio, y no para el resto de empleados municipales.

También acusó al equipo de gobierno de haberse saltado los cauces establecidos, razón por la cual el manifiesto leído ayer por Paco Toro, representante de Administración Local en CSIF, solicitaba que se declarase nulo dicho acuerdo y que se iniciase el diálogo en la mesa general de negociación: «Con estas negociaciones fraudulentas, el ayuntamiento quiere intentar tapar de una manera antidemocrática las reclamaciones de unos trabajadores municipales que no se sienten respetados por este equipo de gobierno».

No están en contra de la subida salarial reclamada por la Policía Local de Badajoz, pero solo si se realiza en los órganos legitimados para ello, aprovechando también para tratar otros «temas importantes» donde se incluyen peticiones que van más allá de la revisión del sueldo: reconocer el aumento de carga de trabajo a los empleados de la Administración general, desarrollar y abonar el tercer nivel de la carrera profesional, el fomento de las promociones dentro de las plantillas, mejorar las condiciones laborales a los colectivos con jornada parcial, encuadrar en el grupo B a los del C1 que, por sus funciones, están desempeñando tareas que no les son propias, y ascender a los integrantes de los grupos AP al nivel C2 por el mismo motivo. 

Manuel Gragera es un operario de Poblados afectado por esta última cuestión: «Hacemos trabajo de oficiales y nos pagan como peones». Él tampoco está en contra de la equiparación salarial de la Policía Local pacense, «pero las dificultades económicas son para todos, a todos nos afectan las constantes subidas de luz, gas y electricidad». Por eso pide que, en lugar de convocar cinco plazas de oficiales, se utilice ese dinero para ascenderles de categoría.

Representantes políticos

El concejal responsable del área donde trabaja Gragera, Alejandro Vélez, estuvo presente en la manifestación y, si bien apoyó el motivo de la misma -«creemos que la subida salarial debe englobar a todos los funcionarios del Ayuntamiento de Badajoz»-, señaló la importancia de empezar por las categorías «más precarias» como las de Gragera, cuya propuesta también defendió: «Se lo trasladé a Hitos, la edil de Recursos Humanos, y me dijo que la cantidad presupuestaria de esa modificación sería elevada cuando, en realidad, es inferior a la subida de la Policía Local. O hay dinero para todos o no lo hay para ninguno».

El portavoz del grupo municipal socialista, Ricardo Cabezas, también quiso mostrar su apoyo a la reivindicación de los empleados del ayuntamiento sin despreciar las reclamaciones de los policías locales: «Como tienen el agua al cuello, quieren contentar a todo el mundo, y eso no puede ser porque cuando quieres solucionar un problema por un lado, te surge por el otro. Es a lo que nos tiene acostumbrado el equipo de gobierno del tripartito, que miran más por ellos que por la ciudad».

Por su parte, Hitos Mogena se acercó a intercambiar pareceres con algunos de los manifestantes, aunque rehusó hacer declaraciones al respecto. Quien sí las hizo fue su compañero de partido y alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, que en una rueda de prensa posterior afirmó que el de la capital pacense es un ayuntamiento que «año a año mejora o intenta mejorar» las condiciones de sus empleados públicos.

Desde CSIF aseguran que seguirán movilizándose «hasta que nos escuchen, se sienten con nosotros y nos den soluciones reales».