Jorge y Óliver empezaron a ir juntos a clase en Nuestra Señora de la Soledad. Este año cursan quinto de Primaria en otro centro. Para cualquier niño de esa edad, separarse de sus amigos de toda la vida es difícil, pero no para ellos dos, pues estaban deseando poder ir al colegio sin tener que salir de su barrio, Cerro Gordo, con todo lo que ello conlleva.

«Preferimos venir al de aquí porque es más grande, está más cerca y no nos tenemos que levantar a las mismas horas que cuando tenemos que ir a Badajoz», dice Jorge. Por eso, Esther y Mari Ángeles, sus respectivas madres, no dudaron ni un momento en asistir a la cacerolada que la asociación vecinal de su barrio organizó ayer por la mañana en la plaza Conde de la Torre del Fresno.

«Tengo otro hijo que va al Reino Aftasí y es un problema. Los jóvenes se acuestan muy tarde porque así es su mecanismo biológico, pero si tienen que coger el autobús a las siete de la mañana, duermen menos horas de lo que el cuerpo y la mente necesitan», lamentaba Esther. Los horarios del transporte público, por otro lado, no siempre cuadran con sus obligaciones escolares, por lo que muchas veces tienen que quedarse solos a las puertas de su instituto esperando a que lleguen el resto de compañeros.

A la cacerolada se unieron desde niños que todavía estaban aprendiendo a andar hasta abuelos de alumnos afectados pasando por un grupo de percusión pacense, ‘De pata negra’, que le dio ritmo a la protesta. Antes de hacer ruido, tuvo lugar una clase coreográfica, una exhibición de kárate y otra de danza, ambas protagonizadas por los más pequeños del barrio. Paralelamente, se llevó a cabo un taller de manualidades y una recogida de firmas.

Exhibición de danza infantil llevada a cabo antes de la cacerolada. ANTONIO HERNÁNDEZ CANTERO

De las 300 personas que aproximadamente acudieron al acto, firmaron más de 200, las cuales, unidas a aquellas con las que ya contaba el colectivo vecinal, superan las 700. La intención es seguir sumando y, cuando alcancen una cifra considerable, mandarlas a la Consejería de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura.

Alta demanda

No debe ser difícil aumentar el número de firmas, ya que la demanda es alta. Según un folleto que repartieron ayer, Cerro Gordo tiene 1.428 niños censados de entre 0 y 10 años, lo cual supone el 8,75% de la población total de esa edad en Badajoz. El nuevo colegio que se ha estrenado este año, además, tiene a 590 alumnos matriculados.

En la información señalan también que el área escolar al que pertenecen los adolescentes de Cerro Gordo es San Roque, donde solo hay dos institutos (el que lleva el mismo nombre que el barrio y el Reino Aftasí), y recuerdan, además, que esta área de influencia para Secundaria incluye también Suerte de Saavedra, Cerro de Reyes, Ronda Norte, La Pilara y la Urbanización Golf Guadiana.

«Es una gozada poder ir andando al colegio, y ojalá puedan hacer lo mismo cuando vayan al instituto», apunta Mari Ángeles. «Además, esto le da vitalidad al barrio porque la gente ya hace vida aquí por las tardes. Es una necesidad real porque el colegio está lleno, ha sido un éxito total, y cuando pasen unos años los institutos de San Roque van a estar completamente bloqueados con los niños de Cerro Gordo».