La Diputación de Badajoz entregó ayer los primeros premios ‘Nuestra provincia, por la igualdad’ que reconocen desde la Administración el trabajo desarrollado por los derechos de las mujeres en el territorio pacense. Hasta la cantante elegida para amenizar el acto tenía relación con este objetivo.

Celia Romero, la joven herrereña que lleva años pisando fuerte en el mundo del cante flamenco, se convirtió en 2011 en una de las tan solo diez mujeres que se han alzado con una lámpara minera en los 60 años de historia del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión.

Los ganadores, que se anunciaron en febrero, recogieron sus galardones de la mano de diferentes representantes institucionales, y los discursos que cada uno dio estuviero cruzados por elementos comunes. La necesidad de seguir trabajando por la igualdad de género fue uno de los que destacó. Ana Belén Valls, representante de la Mancomunidad de La Serena, señaló la importancia de abordar este «tema complejo» desde diferentes facetas y con actuaciones transversales a corto y medio plazo. Otro ejemplo lo dio Ángela Núñez, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de La Serena (Ameser), que consideró el premio como un apoyo más para seguir reforzando la contratación de mujeres como llevan haciendo ya 18 años.

La guerra entre Ucrania y Rusia también salió a la palestra en varias ocasiones. María Josefa Gallego, la presidenta de la Asociación Malvaluna, subrayó su intención de reivindicarse «como mujeres libres en territorios libres» y de solidarizarse con todas aquellas que sufren conflictos armados.

El propio presidente de la diputación, Miguel Ángel Gallardo, quiso tener unas palabras para reconocer el sufrimiento de las mujeres ucranianas y relacionarlo también con la cantidad de cuestiones que todavía quedan por mejorar en este aspecto: «Probablemente ese machismo es el que nos ha llevado a la tragedia que estamos viviendo en Ucrania. Por esas mujeres que sufren y que nuevamente se tienen que poner a la cabeza para salvar no solo la vida, sino también el alma de esos niños y niñas, tenemos que seguir trabajando»

El último discurso del acto corrió a cargo de la consejera de Igualdad de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, quien destacó la vinculación entre la política y la lucha por los derechos de la mujer como una forma de resumir la esencia de dicha lucha: «Esa es la historia del feminismo, la reivindicación de las organizaciones de mujeres que muchas veces incluso antes de la propia iniciativa política fueron capaces de alzar la voz a lo largo de la historia para decir que el sistema era desigual y que las mujeres tenían siempre más dificultades».