Fin de fiesta multitudinario. El Entierro de la Sardina en San Roque congregó ayer a miles de personas  para despedir el Carnaval de Badajoz más internacional como merecía. El público se agolpó a ambos lados de la avenida Ricardo Carapeto para seguir el desfile de la comitiva fúnebre, tras la que comparsas, grupos menores y artefactos se encargaron de animar el ambiente. Las barras instaladas en la calle y los bares fueron llenándose poco a poco de clientes que querían apurar una fiesta que ha devuelto a la ciudad la alegría tras dos largos y duros años. Nadie quería decir adiós a una celebración que ha recordado a la ansiada normalidad.

La sardina estrenó imagen este año. De un tamaño más pequeño, pero más vistosa y luciendo gafas rojas, paseó por la avenida principal de San Roque muy solitaria. «Un año tan importante para el Carnaval de Badajoz esto debería haber sido un río de llanto y lágrimas», comentaba Juan Pedro Plaza y Guadalupe Hidalgo, los únicos dolientes que acompañaron al cortejo fúnebre, además de San Pancracio, que como ellos se mantiene fiel a esta tradición. 

La comparsa que se llevó el primer premio del desfile fue Moracantana, con Buckingham Palace y su conocido cambio de guardia. ‘La vida es un cabaret’ de Lancelot obtuvo el segundo, y el tercero se lo llevaron los zombis de Caribe con su ‘Thriller’, emulando el famoso videoclip de Michael Jackson.

bcastano@extremadura.elperiodico.com Andrés Rodríguez

San Roque reunió a quienes habían madrugado para ocupar un buen sitio en la avenida con aquellos que decidieron prolongar la fiesta de la noche anterior y llegaron directamente desde el centro de la ciudad donde, aunque con menos afluencia que el sábado, miles de carnavaleros estuvieron de celebración hasta bien amanecido ya. «Teníamos muchas ganas de que llegara este momento, es un día muy especial y el año pasado no lo pudimos vivir», comentaban unos vecinos del barrio. Para los locales de hostelería del barrio, el martes de Carnaval también está marcado en rojo en su calendario, pues su volumen de negocio se multiplica. En las barras no cesó la actividad, igual que en la de la asociación de vecinos, que repartió 350 kilos de sardinas asadas. 

El alcalde, Ignacio Gragera, que no quiso faltar al Entierro de la Sardina, destacó que, pese a la masiva presencia de personas en las calles de la ciudad durante estos cinco días, no se han producido incidentes relevantes. En este sentido, quiso felicitar y agradecer su labor a todos los que trabajaron para que «los demás disfrutáramos».

Gragera resaltó la «espectacular respuesta de la gente», tanto de Badajoz, como del resto de España, Portugal y otros países de los que han llegado visitantes. «Estamos muy satisfechos de haber podido organizar un Carnaval de estas dimensiones, teniendo en cuenta la situación que, por desgracia, todavía vivimos», afirmó.