En este atípico Comba de 2022, en que no hubo un número suficiente de murgas como para celebrar preliminares, las 14 murgas participantes han ido actuando a lo largo de tres semifinales que concluyeron en la noche de ayer. Tras la actuación de Las Chimixurris, Los Repesca, Los Chungos, Al Maridi y Marwan Chilliqui, el jurado se reunió para deliberar y anunció las agrupaciones que volverán a actuar en el López de Ayala el próximo viernes. Las elegidas de este año son: Los Water Closet, Este concurso lo vamos a ganar, Los Camballotas, Las Chimixurris, Al Maridi y Marwan Chilliqui.

Las actuaciones de tres de estas murgas finalistas han sido reseñadas en las páginas de este diario en días precedentes. Pero tres de las clasificadas actuaron este mismo miércoles, junto a otras dos murgas más. Todas ellas, las que superaron el corte y las que no, merecen el análisis de unos proyectos muy bien ensamblados que brillaron por su consistencia y calidad.

Coros musicales dispares

Dos coros se sucedieron en las tablas la pasada noche. Uno, el coro góspel de Las Chimixurris. Y otro, el coro “Las de Villajorrona”, de Los Repesca. Quedó demostrado que un mismo concepto puede disociarse y alumbrar proyectos muy dispares e igualmente interesantes. El coro góspel de Las Chimixurris tenía una inspiración más urbana e internacional, y el de Los Repesca más rural.

Los Repesca presentaron el coro Villajorrona. Andrés Rodríguez

Las Chimixurris proclamaron que cantar es de valientes, denunciaron las desigualdades, se manifestaron contra cualquier tipo de discriminación por razón de raza, sexo, extracción social o situación económica, y animaron a cambiar mentalidades retrógradas con buenas dosis de educación. Como es habitual en ellas, demostraron un portentoso talento musical que se tradujo en bellas armonías y en una interpretación vocal muy afinada. Abordaron una ingente cantidad de temas. Criticaron la subida generalizada de precios, el levantamiento de calles y a Joaquín Parra. Aludieron al debate sobre las interinidades, a los negacionistas que abandonan el negacionismo cuando les interesa, y ensalzaron la labor de los profesionales sanitarios. También afearon la conducta de los que, como Vergeles, cambiaron las batas por corbatas. Cantaron una canción de despedida muy amorosa dedicada a la mascarilla. E hicieron un completísimo repaso a todo un año de noticias y acontecimientos relevantes.

El coro gospel de Las Chimixurris Andrés Rodríguez

Los Repesca regresaron al concurso demostrando un alto nivel competitivo, que se tradujo en aplausos de un público muy entregado durante toda su actuación. Cantaron muy afinados y con una gran potencia vocal. Combinaron el sentimiento con gags chistosos y momentos de humor sin complejos. Cantaron con mucho cariño acerca del carnaval de Badajoz, recordaron a agrupaciones clásicas y reivindicaron una mayor implicación en la fiesta para garantizar su supervivencia y buena salud. Por su repertorio desfilaron cantidad de personajes relevantes o populares, como el rey emérito, Ayuso, Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Ignacio Gragera o Fernando Simón. Le tiraron los trastos con guasón descaro al concejal de Festejos, Francisco Javier Gutiérrez. Y también bromearon con tono picarón sobre las ansias de libertad y los íntimos deseos de estas chicas del coro que aparecieron enlutadas y acabaron la actuación coloreadas y algo acaloradas.

Los plataneros de la Palma

Los Chungos se presentaron con una ristra de plátanos al hombro y el volcán de La Palma erupcionando a sus espaldas. Expusieron un proyecto muy pegado al tipo, divertido y con contenido. Musical y rítmicamente compusieron un repertorio ágil y agradable a la escucha. Interpretativamente, demostraron sus dotes. Y en el plano vocal culminaron la trayectoria ascendente de los últimos años, dando un salto de calidad muy destacable en cuanto a afinación, armonías y compactación de voces. Introdujeron divertidos chascarrillos en los interludios entre sección y sección del repertorio. Cantaron alabanzas al carnaval, reclamaron más ayuda y apoyo para la fiesta, procuraron la venta de los frutos de su plantación de plátanos, enumeraron cantidad de aspectos de la realidad que les “queman”, se quejaron de la mala suerte del personaje que interpretan, aceleraron los mensajes de Whatsapp de sus cansinos cuñados, abordaron el pacto de sucesión entre Fragoso y Gragera y sus posibles consecuencias, escrutaron a Inaki Urdangarín, al rey emérito y a la infanta Cristina, e introdujeron un completísimo micropopurrí dentro del popurrí en que repasaron, con humor, la mayoría de elementos y aspectos de la pandemia que se han convertido en algo cotidiano en nuestras vidas. Se despidieron con un mensaje vitalista, contra el miedo y a favor de la alegría de vivir.

Los plataneros de La Palma de Los Chungos. Andrés Rodríguez

La tropa luciferina

Al Maridi instaló el mismísimo infierno sobre las tablas del López de Ayala. De primeras, confesaron responder al nombre de Luciano Fernández, Lucifer para los amigos. Una vez más, demostraron un afán por la perfección que se traduce en unas voces afinadas y compactadas, músicas armoniosas y bien interpretadas, y una escenografía y vestuario que envuelven su regalo a la afición para dotarlo de un atractivo innegable. Cargaron de contenido todo su repertorio, y hablaron de la subida de la luz, de los desperfectos en los acerados y pavimentos en vías públicas, de la displicencia con que los españoles tratan a los portugueses y de la precariedad de muchos contratos de los sanitarios y la ingratitud con que, a veces, se les paga. Los cuplés se los dedicaron a esos cuñados que, a menudo, se pasan de listos. Y en el popurrí compartieron su particular escala de castigos, según se aplique a una u otra persona, enunciaron los múltiples nombres con que se denomina a los demonios, publicaron una lista de peticiones ciudadanas pendientes de cumplimiento en el ámbito local y bromearon a propósito de las vacunas y los test de detección de la covid-19.

Lucifer llegó de la mano de Al Maridi. Andrés Rodríguez

Bohemios y soñadores

La murga más veterana del concurso, Marwan Chilliqui, se presentó con un personaje iluminado, bohemio, soñador, un loco cuerdo que decía ser tátara-tátara-tátaranieto de Marwan. Homenajearon a los parias de la ciudad y los contrapusieron a la clase política. Y desde la libertad que solo pueden ejercer los excluidos y los apartados por la sociedad, su personaje repartió doctrina y opiniones sobre variados y numerosos asuntos y polémicas. Contaron como, ante la no celebración del carnaval, rememoraron una y mil veces el proceso de elaboración de cualquier proyecto de cualquier año. Ajusticiaron a Joaquín Parra y, aunque celebraron la retirada de Fragoso en cumplimiento del pacto con Ciudadanos, alabaron sus aciertos como alcalde cuando se resistió a cederle el estadio municipal al empresario andaluz. Se quejaron de que nada cambie, y de que la historia se repita una y otra vez para incurrir en los mismos errores y conflictos. Y expusieron problemas del día a día, que afectan a la ciudadanía y, sin embargo, no se atajan. Concluyeron su actuación, y clausuraron la primera fase del concurso, invitando a disfrutar de las hermosas estampas que brinda el cielo nocturno de la ciudad de Badajoz y a recordar a los que ya no están entre nosotros.

Marwan y sus soñadores bohemios. Andrés Rodríguez