El teatro López de Ayala volvió a convertirse anoche en un templo para los amantes del Carnaval. Se cumplían dos años de la celebración de la final del COMBA 2020 en que Al Maridi logró alzarse con la victoria interpretando a un grupo de indios y vaqueros. La afición ansiaba el regreso de las murgas al teatro noble de la ciudad de Badajoz. Y el deseo de tantos se hizo por fin realidad con la actuación de las cuatro agrupaciones encargadas de inaugurar esta nueva edición del concurso. Atrás quedan veinticuatro meses de sequía de pasodobles y cuplés, de estribillos y pasacalles, de presentaciones, popurrís y despedidas.

Los niños perdidos

Los niños y jóvenes que comenzaron a participar en el programa Aulas de Carnaval se han ido haciendo mayores. Y algunos de ellos, una vez cumplidos los requisitos de edad exigidos por la normativa, han decidido dar el salto al COMBA en este atípico año 2022. Ese ha sido el caso de los integrantes de Los Mini-Folk, una murga engendrada y criada en el seno de la Asociación de Coros y Danzas de Badajoz, que inició su trayectoria en 2016. La suerte quiso, además, asignarles el papel de ser los primeros en descorrer el telón y saltar a las tablas. En días previos al acontecimiento, se confesaban conscientes de la responsabilidad que acarreaba esto, pero rebosantes de ilusión, alegría, seguridad y orgullo. Todo ello quedó patente en cuanto aparecieron ante el público para presentar el proyecto que han bautizado con el nombre de Los Mini-Folk andan muy perdidos. El conjunto estético que enmarcaba y adornaba su actuación resultó coherente y visualmente atractivo. Supieron combinar los colores y texturas para crear un ambiente idóneo para representar de manera fidedigna el papel de un grupo de niños perdidos inspirados en la historia de Peter Pan. Los tipis, la vegetación del fondo, la hojarasca bajo sus pies y un tipo bien construido representaron la primera carta de presentación que captó la atención casi antes incluso de que comenzaran a interpretar su repertorio. Su presentación comenzó de manera más melódica, intimista y serena y fue desarrollándose hacia una senda más dinámica y rítmica. Hicieron bonitos juegos de voces e inspiraron alegría y ganas de divertirse y disfrutar con sus vitalistas proclamas. Sus pasodobles estuvieron dedicados al recuerdo cariñoso de su paso por la cantera, a la reivindicación del respeto, la hermandad y la sana competencia y a llamar la atención sobre el desafío social que representan las enfermedades mentales. Los cuplés estuvieron centrados en el tema sanitario y en las redes sociales. Le sacaron punta al lenguaje y jugaron con los dobles sentidos para vincular situaciones divertidas con las mascarillas, el gel hidroalcohólico o la distancia social. Y elucubraron sobre el futuro laboral de los ‘influencers’ si se cerraran ciertas redes y aplicaciones. Su popurrí estuvo trufado de referencias a personajes como el alcalde Fran Fragoso, Fernando Simón, Urdangarín y la Infanta Cristina o Joaquín Parra. Aludieron, igualmente, a asuntos locales vinculados a la construcción de viviendas y edificios o a la conservación de los elementos urbanos y del patrimonio histórico. Su despedida fue, nuevamente, melódica y delicada, e inspiradora de buenos sentimientos y agradables sensaciones. Como colofón a su debut, y en reconocimiento por ser la primera murga en incorporarse al COMBA de entre todas las nacidas como producto de la labor llevada a cabo en las Aulas de Carnaval, el alcalde, Ignacio Gragera, y el concejal de Festejos, Francisco Javier Gutiérrez, les entregaron una placa conmemorativa ante el regocijo del público, que aplaudió unánimemente dicha iniciativa.

Las chicas del cable

Tras la actuación de Los Mini-Folk llegó el turno de Pa 4 Días. Hace dos años sorprendieron y divirtieron con su Chirigota L´Antigua, y este año hicieron lo propio con Pa 4 días en su línea. Con aquellos romanos provenientes de Emérita Augusta cogieron con el paso cambiado a público, crítica y prensa, manteniendo la incógnita sobre aquella misteriosa chirigota hasta el momento de saltar a las tablas. Y este 2022 volvieron a sorprender al situar a sus miembros en varios planos que permitían constatar fehacientemente la alternancia en la interpretación vocal, estructurando el repertorio como un fluido diálogo entre las operadoras y los tecnólogos responsables del buen funcionamiento de la centralita, con la intervención imprescindible de unos músicos disfrazados de oscuros señoritingos. Estéticamente presentaron una caracterización vistosa, cómica, colorida y eficaz, y un conjunto escenográfico de entidad, construido y dispuesto para servir al efecto que perseguían con el reparto de papeles. En la presentación, además de darse a conocer, comenzaron a demostrar cómo ejercen su profesión, y en el entretanto salieron a colación personajes como Pedro Sánchez o Joaquín Parra. Sus pasodobles, críticos y humorísticos al tiempo, afearon a Fernández Vara su seguidismo y docilidad ante Pedro Sánchez y deslizaron varias pullitas destinadas a la anterior concejal y miembros del equipo de la concejalía de Festejos. Sus cuplés versaron sobre las interminables series turcas, sobre los contagios, la dificultad para erradicar la COVID-19 y la resistencia de Pedro Sánchez. Su estribillo, pegadizo y divertido, retrataba una realidad, ya constatada, en que casi solo se llama por teléfono cuando las redes sociales y los servicios de mensajería no funcionan. Tuvieron, además, el ingenio de interactuar con el público cuando sonó por segunda vez, para sorprender con una inesperada referencia humorística y ‘metacarnavalera’. El popurrí tocó temas como el ansia irracional por comprar papel higiénico al inicio de la pandemia, la vida durante el confinamiento, la barrera en que se convirtió el teléfono a la hora de contactar con los centros de salud para procurar consejo, atención o asesoramiento sanitario, los efectos de las mascarillas sobre nuestras orejas, etc. En la despedida, se reunieron todos los personajes en un mismo plano escénico, y reivindicaron y celebraron la oportunidad de participar en el carnaval y de disfrutar de sus innumerables bondades.

Las chicas del cable Andrés Rodríguez

De ‘manifa’ con los ‘cayetanos’

A la vuelta del descanso, saltaron a las tablas los integrantes de la murga De Turuta Madre. En 2020 debutaron y se convirtieron en una de las agrupaciones semifinalistas con su interpretación del por entonces presidente del C.D. Badajoz, Joaquín Parra. El hecho de que titularan su proyecto para 2022 con un “¡Queremos libertad!” hizo pensar a algunos que aprovecharían el personaje de hace dos años situándolo, ahora, en circunstancias menos ventajosas. Pero nada más lejos de la realidad (Parra solo apareció en el telón, saltando en globo desde un avión en llamas, y en varias referencias autoparódicas). Sobre su demanda de libertad han construido este año un batallón de manifestantes inspirados por los ‘cayetanos’, un salpicón de personajes caricaturescos con los que dibujan una parodia de sectores que, en ciertos ramales del imaginario colectivo, se asocian con la derecha política y sociológica española. Su escenografía, el vestuario y los personajes que encarnan sirven a ese propósito. De ahí que veamos la bandera de España por doquier, a Franco como efigie impresa sobre el sol, pancartas, y un popurrí de personajes entre los que se cuentan: legionarios, guardias civiles, jugadores de golf, pijos y pijas, un fraquista y hasta un remedo ibérico del cornudo asaltante del Capitolio estadounidense. Toda su actuación, salvo la despedida, está cantada desde la óptica de esos personaje que caricaturizan, con un tono marcadamente irónico y burlesco. En la despedida, además de cantarle al carnaval y a la vida, se desmarcan ya de esos personajes para reivindicar una forma de ser críticos, ácidos y graciosos con la ironía como principal herramienta. Pero antes de llegar a ese punto, reivindican aquello que pretenden criticar y cuestionan aquello que precisamente persiguen defender. Y lo hacen de un modo tan inteligentemente pensado que se comprende desde el primer momento lo que buscan con esa manera de proceder. Así, critican y se quejan del carnaval y de los cierres de los establecimientos y locales preferidos de los personajes que interpretan. Y alaban a la Casa Real al tiempo que denostan a los niños y jóvenes inmigrantes que llegan en patera. Sus cuplés estuvieron dedicados a desmentir la presunta relación de su murga con el expresidente del Badajoz y a recordar, con humor, la figura del alcalde Miguel Celdrán. Y en el popurrí fabricaron chascarrillos sirviéndose de periodistas, medios de comunicación, políticos, cantantes, toreros, artistas y presentadores que se asocian, por uno u otro motivo, a la derecha.

De Turuta Madre manifestándose para reclamar libertad Andrés Rodríguez

Las huestes de Marwan

La clausura de la primera sesión de este COMBA 2022 se produjo con la actuación de Los Charramangueros, la segunda de las murgas debutantes de la noche y de la presente edición del concurso. Al igual que Los Mini-Folk, Los Charramangueros avivaron las expectativas de futuro del certamen carnavalero. Ellos no provienen de la cantera vinculada a las Aulas de Carnaval, sino del ámbito universitario y del conservatorio de música. Su proyecto nació de una conversación entre amigos, a la que siguió la constitución de un grupo de Whatsapp y las correspondientes reuniones para la fundación y preparación de la murga y el proyecto. La media de edad de sus componentes ronda los veintiún años. Su escenografía contó con un reproducción de la estatua de Ibn Marwan, que lucía una bufanda del C.D. Badajoz, una sección de la muralla, que se iba ampliando durante la actuación, y un telón con un paisaje impreso. Su indumentaria, con reminiscencias árabes, combinaba colores cámel, rojizos, marrones, blancos y verdes oscuros. Como complemento principal, dispusieron de espadas que no dudaron en blandir ocasionalmente. El conjunto estético lució armonioso y reforzó, sin duda, el carácter del personaje que interpretaban, que es el de miembros de las tropas de Marwan enviados para conquistar Badajoz. Durante su actuación, realizaron varias dramatizaciones dialogadas e introdujeron incluso instrumentos de viento en un tramo de la presentación. Desvelaron sus propósitos de conquistar la ciudad y realizar nuevas construcciones y restauraciones. Del mismo modo, aludieron a espacios relevantes del patrimonio histórico de la ciudad y los combinaron con referencias a la actualidad local, regional y nacional. Sus pasodobles versaron sobre la paulatina muerte de la región por la emigración y el despoblamiento, y sobre los amores sanos y el amor mal entendido, el de las relaciones tóxicas y dañinas. Los cuplés los dedicaron al ascenso y caída de Joaquín Parra y a la falsedad y poca credibilidad de las redes sociales. En el popurrí se refirieron a múltiples asuntos de actualidad (suciedad del río, acerados deteriorados,..), interpretaron una oda a la amistad y bromearon acerca de peculiares personajes locales, como ese callejero, de voz atronadora y tono apocalíptico, que responde al nombre de Piterpa Ramírez. En la despedida, demostraron, de nuevo, que tienen una buena instrumentación y destrezas vocales, y desvelaron que, aunque llegaron para conquistar la ciudad, fue la ciudad la que, finalmente, les conquistó a ellos.

Los Charramangueros encarnaron a miembros del ejército de Marwan Andrés Rodríguez