Unidos para alcanzar el tren que los separa. El alcalde de Badajoz (Cs), Ignacio Gragera, y el de Madrid, José Luis Martínez Almeida (PP), mostraron ayer su apoyo al Corredor del Sudoeste Ibérico, que deben liderar las ciudades incluidas en su recorrido.

Tras ser recibido por Almeida en el Ayuntamiento de Madrid, a la salida, Gragera recordó que el pasado junio se firmó el acuerdo institucional entre Badajoz y Madrid para impulsar este corredor y la idea es hacerlo de manera «recurrente» para actualizar cuál es la situación de este proyecto, los avances que se van produciendo, los peligros, los retrasos y las incidencias que puedan ir surgiendo. El alcalde pacense reconoció que «ha habido avances», con nuevos anuncios, algunas licitaciones y, sobre todo, se ha sacado a información pública el enlace desde Oropesa hasta Madrid.

Aún así, según explicó, a ambos les preocupa el retraso de más de dos años de este expediente y las dificultades por haber planteado este estudio informativo como un único bloque, en lugar de dividirlo en tramos, como así piden los promotores de este corredor, que quieren generar infraestructuras en Extremadura en las mismas condiciones que en el resto de España. De ahí que los dos alcaldes pongan «el foco» en esta reivindicación para intentar agilizar esos tramos y que las declaraciones de impacto ambiental estén cuanto antes para poder dar salida no solo a los pasajeros sino también a las mercancías. 

«Extremadura -defendió Gragera- sigue estando demasiado lejos, no solo las personas, sino también las mercancías». A este respecto, el alcalde puso un ejemplo: Badajoz y Córdoba están a igual distancia de Madrid pero desde Córdoba los pasajeros están en una hora y 45 minutos en la capital de España mientras que desde Badajoz son más de 5. Reconoce el alcalde pacense que se está haciendo algún esfuerzo para los pasajeros, pero «vamos acumulando retrasos», y ahora es la oportunidad, gracias a los puertos portugueses y las zonas de expansión industrial de Extremadura.

Los dos alcaldes compartieron su preocupación por la situación en que se encuentran los nudos de mercancías dentro de los proyectos en marcha porque, según Gragera, los enlaces «están completamente desfasados» y no van a poder absorber el flujo que a medio y largo plazo empezará a circular por el territorio extremeño. En este sentido, el alcalde de Badajoz cree necesario dar un toque de atención y avisar al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) para que revise esos pliegos y la planificación y amplíe y mejore las conexiones de mercancías para que Extremadura no se convierta en un «cuello de botella» para su trasiego. 

Asimismo, el alcalde considera muy positivo que el Gobierno portugués haya puesto en marcha el tramo desde Caya a Évora y los puertos portugueses, que espera que estén en funcionamiento a finales de 2023 y quedaría pendiente para pasajeros la conexión con Lisboa. Gragera señala que el plan nacional de recuperación luso está poniendo en pie esa conexión. Falta el enlace de salida desde Extremadura, según apunta, sin esa continuidad hacia Madrid, que afecta a la ciudad de Toledo. 

Aprovechó Gragera para reclamar la vocación de Badajoz de seguir reivindicando donde sea necesario las infraestructuras que la ciudad necesita «y merece». Lo hizo ayer en el Ayuntamiento de Madrid, «una institución hermana y amiga» y lo hará también en Lisboa, que es «una parte enorme de la ecuación» y en otros territorios, como Ciudad Real, por la vinculación que existe a través de la línea de Puertollano para dar salida a los productos de la región.

«Tenemos que poner a Badajoz en el mapa de la logística de la Península ibérica y lo haremos con aliados porque solos no podemos», defendió. Así, Gragera insiste en que los ayuntamientos tienen mucho que decir y si todos los que pertenecen al Corredor del Sudoeste Ibérico se ponen de acuerdo y trabajan juntos para que los trámites se aceleren, el tren de mercancías y el de pasajeros serán una realidad. Pero, según el alcalde pacense, tienen que hacerlo ya.