Otras cuatro dimisiones se produjeron ayer en el Colegio Oficial de Médicos de Badajoz en relación al presunto caso de abusos sexuales a cinco trabajadoras, según informaron desde la propia entidad. Asimismo, apuntaron que este miércoles, a las 17.00 horas, el presidente, Pedro Hidalgo, romperá su silencio para dar una rueda de prensa.

Estas cuatro dimisiones se suman a la de la vicepresidenta primera, María Ibáñez, que registró su renuncia la mañana del pasado lunes, a raíz de que la semana pasada trascendiese el citado caso de abusos sexuales por parte del oficial mayor a las cinco trabajadoras, a las que esta médico forense acompañó en el proceso de denuncia. El investigado tiene órdenes de alejamiento de todas ellas, incluida la vicepresidenta.

Tras la renuncia de María Ibáñez, otros cuatro miembros de la directiva del colegio presentaron ayer su dimisión, una situación que fue valorada por el pleno en una reunión que mantuvieron anoche y de la que resultó la convocatoria de prensa del presidente prevista para esta tarde. Las cuatro nuevas dimisiones, que obligarían a una remodelación interna de la junta directiva, son de Raquel Díaz Álvarez, Rocío Martínez Gallardo, María Fernanda Martínez Barragán y Jorge Mariño del Real. La de Pedro Hidalgo fue la única candidatura que se presentó a las elecciones en agosto de 2020. Fue reelegido y entre los que ahora dimiten, los tres últimos ya estaban en la anterior dirección colectiva del colegio, mientras que Raquel Díaz se incorporó en esta fecha.

La junta directiva está compuesta por 16 miembros: seis en la comisión permanente, formada por el presidente, la vicepresidenta primera (María Ibáñez, que ya ha dimitido), el vicepresidente segundo, (Luis Fernández de Alarcón), el secretario (Mariano Casado Blanco), Tomás Pérez Torralba como vicesecretario y José Antonio Márquez Sánchez, el tesorero. Otros diez miembros completan la dirección colectiva del colegio, de la que ahora han renunciado cuatro.

El silencio hasta ahora por parte de la directiva de la entidad colegial y de la propia vicepresidenta ha marcado los días posteriores a que este caso se hiciese público. Según las fuentes consultadas del entorno de la institución, existe un acuerdo de la junta directiva para que nadie hable. Hoy se romperá ese silencio. Esta postura tiene que ver con el interés del colegio en no incrementar el ruido mediático en torno a este caso y, a su juicio, no victimizar más a las afectadas, que la institución pretende proteger con esta decisión. De ahí que Hidalgo no haya realizado ninguna declaración hasta el momento sobre lo ocurrido.

Breve comunicado

El caso de los presuntos abusos sexuales a todas las trabajadoras de esta institución por parte del oficial mayor se hizo público en los medios de comunicación la semana pasada. El investigado formaba parte de la plantilla de esta entidad desde hace 30 años y había relevado al anterior oficial mayor tras su jubilación. El Colegio de Médicos tardó en reaccionar y, cuando lo hizo, se limitó a un breve comunicado para explicar que desde que se conocieron los hechos se apartó a este trabajador de su puesto como medida cautelar y se nombró una comisión de investigación para intentar esclarecer lo sucedido.

A partir de estas conclusiones, se decidió despedir al oficial mayor, que realizaba funciones de gerente de la entidad, un cargo de confianza para el que fue propuesto por la junta directiva actual. El colegio no ofreció más información alegando que está en curso el proceso judicial que se instruye contra el denunciado y que su prioridad es la protección a las afectadas.

A la renuncia por parte de la vicepresidenta se refirió este martes la consejera de Igualdad, Isabel Gil Rosiña, quien defendió «el papel fundamental» que ha jugado María Ibáñez en este caso para que las víctimas presentaran sus denuncias. «Su implicación le honra como persona, como mujer y como médico». La consejera no quiso valorar la decisión de dimitir, pero sí manifestó que entiende «su coherencia al mostrar una falta de confianza en el actual presidente». Lo que no comprende Gil Rosiña es «el silencio de una entidad como de la que se habla ante unos hechos tan graves».